Una espacio único para los adultos mayores
Más de 10 mil personas participaron de las actividades que los tienen como protagonistas. Los grandes se animan y derriban mitos y prejuicios sobre la edad. Entretenimientos al lado del mar, durante los fines de semana.
Un reggaetón eléctrico anima la tarde en una playa marplatense. Una juventud baila enérgica, desprejuiciada y al compás. No hay espacio para los tímidos y todo aquel que pasa junto al lugar, sacudido por la vibración del ambiente, se atreve, se suelta y empieza a moverse. Todas esas personas están reunidas para, involuntariamente, quebrar juntas un estereotipo. Los participantes tienen entre 60 y 90 años y demuestran que la vejez ya no es lo que era.
“Con esta música que ponen, somos todos jóvenes”, grita entre carcajadas y con ojos joviales Irma, una jubilada docente que lleva casi tres décadas retirada de la vida laboral. Junto a ella, cientos de hombres y mujeres comparten el sentimiento.
Lejos de reflejar a un “abuelo tradicional”, se parecen más a adolescentes repletos de sueños, esperanzas y proyecciones para continuar con una vida activa.
La celebración está dirigida por la conductora Verónica Varano que, todos los sábados y domingos entre las 17 y las 18, ofrece una clase de zumba para adultos mayores en el Paseo Hermitage.
La repercusión superó sus expectativas. “La gente viene, se queda y vuelve. Lo más importante es que se construye un espacio intergeneracional, porque los más jóvenes también se suman y comparten la actividad con los de más edad”, explicó.
Al lado del mar
Las mismas imágenes, las mismas sonrisas y el mismo espíritu inspirador aparecen también en Punta Iglesia, donde la actriz Liliana Caldini -mientras les recuerda a los presentes que “no son grandes por la edad, sino por las grandes cosas que han hecho”- anima concursos de baile y juegos que integran desde el mayor de la familia, hasta el más chico. “La gente está feliz, los jubilados sienten que por fin alguien piensa en ellos “, afirmó Caldini.
“La playa de los grandes”, el espacio que conduce de martes a jueves, de 15.30 a 18.30, ya es una cita obligada para personas como Norberto, de 68, que se acercó para divertirse durante todas sus vacaciones junto a “las mellis”, sus nietas de 7 años. “Esto ya se convirtió en un clásico para nosotros”, aseguró Norberto, mientras se ocupa de no perder de visita a las dos nenas hiperactivas. “Heredaron mi carácter”, festejó orgulloso.
Las propuestas que lideran Varano y Caldini son una iniciativa del Instituto de Previsión Social de la Provincia de Buenos Aires (IPS) y constituyen el resultado de una serie de “pruebas” que el organismo realizó en 2016, según lo explicó su presidente Christian Gribaudo.
“El año pasado realizamos correcaminatas y eventos destinados a promover el bienestar de nuestros beneficiarios. Participaron miles de personas y por eso quisimos llevarlo a una escala superior”, señaló.
Según estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y fundaciones como Navarro Viola, los adultos mayores cada vez son más y llegan a una edad avanzada con mejor calidad de vida.
“Es así. Antes, cuando te encontrabas con una persona de edad, en buen estado físico y mental, destacabas lo `lúcido´ que estaba. Hoy es más bien una condición normal encontrar gente de más de 75 años en buenas condiciones”, sostuvo Gribaudo.
Desafio
El presidente del IPS consideró a la situación como un desafío, porque ese nuevo segmento tiene “nuevas necesidades y requiere de nuevas políticas públicas”.
Así, estas propuestas se convirtieron en el punto de partida para adoptar medidas que integren a todos los actores sociales. Sumando jubilados y jóvenes, para el final de la temporada y según cálculos oficiales, habrán participado más de 15 mil personas entre las playas y las clases de zumba, que también tienen su capítulo en el conurbano. “Me llena de orgullo reunir en un mismo lugar a grupos etarios tan diferentes, porque eso contribuye a reforzar valores y a cambiar el prejuicio de ‘decrepitud’ que tiene buena parte la sociedad”, aseguró el titular de la caja previsional al contemplar la escena.
Unos metros más lejos, una ex directora de escuela obliga a sus amigas a levantarse: “Vamos, chicas. Arriba, que hay que mover los huesitos”. “¿Y vos qué hacés ahí quietita, nena?” -reprende a una veinteañera estática- “Vení a bailar, que así no vas a llegar a mi edad”.
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