Un tiempo para la desazón y otro para la ilusión
El equipo marplatense perdió ante Regatas, en un cierre apretado
Foto archivo.
Por Marcelo Solari
Revirtió una pálida imagen que había dejado en la primera mitad pero no le alcanzó para ganar. Peñarol vendió cara la derrota con un buen segundo tiempo, aunque finalmente Regatas Corrientes lo venció anoche, en el Polideportivo “Islas Malvinas”, por 82 a 79., por la Liga Nacional de Básquetbol. En el conjunto mesopotámico no jugaron los lesionados Nicolás Aguirre y Paolo Quinteros. En definitiva, más allá del resultado adverso, ese Peñarol de la segunda mitad es el que puede ganarse el crédito de su gente.
En el ritmo de un ida y vuelta, por momentos frenético, propuesto por ambos equipos, surgió mejor Regatas, que obtuvo su primer quiebre importante sobre la mitad del cuarto de apertura: 7-14.
A partir de allí, Peñarol se quedó sin gol (estuvo tres minutos y fracción sin anotar), y como defensivamente no podía hacer pie, la brecha se fue ampliando. El local chocaba, se trababa, desperdiciaba ofensivas los correntinos lastimaban de contraataque, para concretar excelentes primeros diez minutos. Todo lo contrario para el local, que jugó un cuarto para el olvido, con apenas un 33% de acierto en tiros de cancha 6 pérdidas y apenas 13 puntos convertidos (sin contar que permitió 27 del adversario).
Durante buena parte del segundo segmento, las cosas no fueron mejores para el “milrayitas”. Al contrario. Regatas era dueño absoluto del desarrollo. Con relevos que rendían para no resentir la estructura colectiva, variantes para anotar, un muy efectivo Skyler Hogan y buena puntería exterior.
Todo parecía fluir para la visita, en tanto Peñarol no lograba meterse de lleno en el juego. De a poco, con la decisión de Joaquín Valinotti y un buen pasaje de Al Thornton, logró mejorar en parte su caudal ofensivo. Pero la gran deuda -una vez más- estuvo atrás. Llegó a perder por 22 y se fue al entretiempo 18 abajo, con una durísima misión por delante.
Al reiniciar, Peñarol salió decidido a cambiar la imagen de frustración, casi desolación, que había dejado en la primera mitad. Presionó bien arriba, logró un par de recuperaciones valiosas, hizo dudar por primera vez en la noche a su oponente y, acaso lo más importante, encendió a la gente que estaba apagada cuando se acercó a 42-55 y obligó a un “minuto” de Gabriel Piccato.
En poco tiempo el desarrollo cambió drásticamente. Peñarol ajustó la mira para el tiro de tres puntos, ganó en confianza, defendió como debe hacerlo y tras una feroz volcada de Thornton (gran figura) ratificó el resurgimiento y entró con chances al cuarto final (60-65).
Como era de esperarse, el último parcial fue el más enredado de todos. Con mucho nervio, varios errores y unos cuantos tiros a pie firme fallados por ambos equipos. Hasta que un triple de Facundo Piñero le permitió a Regatas establecer una luz de dos posesiones (73-79) al ingresar en los 2m30s finales. Y ese margen mínimo, a la postre, resultó decisivo. Tuvo la chance de empatar Peñarol, tras una jugada ofensiva bien diagramada para los 5,8 segundos finales. La sucesión de cortinas liberó a Federico Marín desde la esquina izquierda pero el alero falló. Y celebró Regatas.
Síntesis
Peñarol (79): B. Sansimoni 10, T. Monacchi 0, F. Marín 19, T. Glass 6 y P. Lockett 8 (x) (FI). J. Valinotti 13, A. Thornton 23, C. Buemo 0, L. Gorosterrazú 0. DT Leandro Ramella.
Regatas (C) (82): M. Giordano 16, J. Arengo 17, S. Hogan 23, X. Carreras 6 y G. McGhee 9 (FI). F. Piñero 8, A. Cáffaro 2, T. Franchela 1, J. Scachi 0. DT: Gabriel Piccato.
Estadio: Polideportivo Panamericano “Islas Malvinas”.
Arbitros: Oscar Britez, Javier Mendoza y Cristian Salguero.
Parciales: 13-27, 33-51 y 60-65.