“Estufas Sociales” es un proyecto solidario que, motorizado por diversas organizaciones, generó la fabricación de estructuras armadas que sirven para calefaccionar los hogares sin ningún tipo de riesgo en los meses más crudos del invierno.

Las estufas están a la venta y el objetivo es que las reciban las familias que más las necesitan. El comienzo de la iniciativa solidaria fue bueno: ayer, la demanda superó a la oferta. “Tenemos listas 20 estufas pero vendimos 28. Y fueron compradas por familias para otras que las necesitan”, contó gratamente asombrado uno de los impulsores de la movida, el productor Pablo Baldini.

La iniciativa surgió de la unión entre diferentes organizaciones sociales, que generaron las “estufas sociales” que sirven tanto para “calefaccionar una vivienda como para cocinar, son de fácil colocación, con zinguería e información para el armado incluidos”. Las mismas tienen un costo de $6 mil pesos, más $700 de flete e instalación.

El objetivo principal apunta a “hacer llegar a aquellos que más lo necesitan una estufa social multifunción, para calefaccionar su hogar a un precio que cubre solamente los costos de fabricación e instalación. Además, la idea es replicar los talleres en distintos barrios”, aseveró Baldini, que agradeció especialmente “a todos los que ayudan, pero al padre Silvano, de Cáritas Cristo Rey, que nos dio lugar para visualizar esto”.

Así, las estufas sociales son “accesibles para cualquier familia, evitando que pasen frío durante este invierno”, añadió el productor y resaltó que el proyecto es “multipropósito porque apunta a dignificar la persona”. “Quien recibe la estufa, quien la fabrica (el herrero), quien la dona, todos involucrados”, explicó.

Multiplicidad

También, con estas estufas, se busca evitar la contaminación por monóxido de carbono y los incendios accidentales. “Las familias más humildes conviven con el riesgo de muerte por asfixia o de incendio debido a las pantallas de calefacción conectadas a garrafas o a sistemas de calefacción precarios. Prenden con cualquier maderita”, graficó Baldini.

Paralelamente, la actividad genera trabajo para “herreros, zingueros, albañiles” y la idea es “multiplicar los talleres y así poder generar otros centros de elaboración en cada barrio de la ciudad”.
Como la solidaridad es premisa, quienes “no puedan pagar el mínimo costo de materiales y mano de obra” cuentan con una lista de inscripciones para recibir una “Estufa Solidaria” con la donación realizada por parte de otra familia.

Las organizaciones que forman parte del proyecto son el Instituto Tavelli; la fundación Soporte (mediante su titular, el arquitecto Fernando Cacopardo); SúperTenedores; Cáritas Cristo Rey y otras parroquias de Mar del Plata, más distintas empresas privadas que donaron materiales o aportaron fondos .

En [email protected] se reciben las consultas para adquirir una “Estufa Social”, donar materiales para su construcción o para anotarse en lista de espera para recibir una donación.