A la vera de la avenida Fortunato de la Plaza, junto al Polideportivo del barrio Las Heras, las familias que esta madrugada levantaron la toma de los terrenos se instalaron a la espera de ser atendidos y escuchados por el gobierno municipal, que se comprometió a abrir una mesa de diálogo.

“Un pedazo de tierra, un techo” es lo que pide este grupo de unas 30 personas que tras retirarse de los terrenos de Fortunato de la Plaza y Rufino Inda que ocuparon por 12 días, aseguran no tener a donde ir.

Sin haberse producido enfrentamientos con la policía, a partir de la orden de desalojo y del amplio despliegue de fuerzas de seguridad en la zona de los terrenos ya desocupados, las familias se retiraron “pacíficamente” del predio y se instalaron sobre la avenida con sus pertenencias.

Por el momento, las familias se niegan a retirarse del lugar hasta no tener una respuesta de parte del Gobierno municipal, que se comprometió a abrir un canal de diálogo a partir de este viernes.

“Vamos a pasar la noche acá hasta que tengamos la reunión”, expresaron.

Vecinos de la zona y referentes de distintas organizaciones se acercaron al lugar para acompañar a estas familias y se solidarizaron con su situación. Sin vivienda, aseguran no tener dónde ir y aguardan a la intemperie.

Entre ellos, el presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Mar del Plata, Gabriel Martínez, acompaña al grupo de personas que pretende esperar allí hasta tener contacto con el gobierno, ya que ningún funcionario municipal se hizo presente esta mañana para entablar diálogo.

Martínez pidió que “los dejen pasar la noche” allí hasta tener la reunión que prometió el Ejecutivo, la cual se realizaría este viernes a las 10.

Por lo pronto, toda la zona permanece bloqueada por la Policía. El tránsito se mantiene interrumpido en las avenidas y calles adyacentes, el Polideportivo de Las Heras se encuentra cerrado y la Escuela N°1 no pudo dictar clases hoy debido a esta situación. Los comercios del lugar también se ven afectados.

Lo que queda de la toma, pasadas las 10 de la mañana, es un predio con las casillas desmanteladas y varias familias instaladas a la vera de la avenida Fortunato de la Plaza con sus pertenencias, decididas a permanecer allí hasta poder dialogar con el gobierno municipal para resolver el déficit habitacional.