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Salud 16 de octubre de 2017

Un novedoso fármaco que revierte la anticoagulación en situaciones de emergencia ya está disponible en la Argentina

Un novedoso fármaco que revierte de manera rápida y segura el efecto anticoagulante (AC) de uno de los medicamentos más utilizados para ese fin ya está disponible en la Argentina, afirmó el médico Federico Bottaro, quien destacó que “es uno de los avances de la ciencia más importantes de los últimos 60 años, ya que cambió el paradigma de la anticoagulación”.

Se trata de Idarucizumab, “el primer agente de reversión en el mundo de un AC oral como el Dabigatrán, uno de los más utilizados en la actualidad”, explicó a Télam el especialista en Medicina Interna del Hospital Británico de Buenos Aires, donde se usó esa molécula ya en cuatro casos “con resultados exitosos”.

“El primer caso de aplicación de Idarucizumab en la Argentina fue en el Británico, donde soy jefe de Emergencias. Lo utilizamos en un paciente nuestro, un señor mayor que tenía hemorragia digestiva y todos sus parámetros mejoraron”, contó el también miembro de la Comisión Directiva de la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires.

Así, un agente reversor (AR) es un medicamento que permite justamente revertir el efecto de otro. En el caso de pacientes anticoagulados que toman Dabigatrán (por el momento el único anticoagulante con el que funciona Idarucizumab), permite actuar eficazmente en situaciones de emergencia, como una cirugía inmediata o un sangrado no controlado con compromiso vital.

“Lo más importante de este AR es conocer el principio de la historia: actualmente en el mundo los AC son drogas que hacen que la sangre tarde más en formar coágulos, por lo que se utilizan para tratar múltiples enfermedades que predisponen a las personas a formarlos. Pueden producirse en venas o arterias y causar problemas en los órganos”, explicó.

Y continuó: “Las dos indicaciones más frecuentes de uso de AC son para evitar coágulos en el cerebro y para pacientes que por algún motivo ya los desarrollaron en piernas o pulmones y deben tomarlos para disolverlos o evitar que se formen nuevos”.

Consultado sobre la cantidad de pacientes anticoagulados que existen en la Argentina, el médico dijo que “es difícil estimarla”, pero que “para tener una idea, una a dos de cada 100 personas tiene fibrilación auricular (un tipo de arritmia que tiende a formar coágulos en el corazón) y debieran estar anticoaguladas, así como los mayores de 70 años, ya que hasta el 20 por ciento de ellos también padece esa condición”, graficó.

El médico recordó además que durante los últimos 60 años anticoagulaban a los pacientes con una droga llamada Warfarina, aunque generaba varios inconvenientes: tardaba tres días en hacer efecto, interactuaba con las comidas y otros medicamentos, y además requería monitoreos mensuales para asegurar que el rango de coagulación fuera el correcto.

“En los últimos diez años llegaron nuevos AC orales directos. Uno de ellos fue el Dabigatrán, que comienza a actuar dos horas después de administrarse y deja de hacerlo cuando el paciente deja de tomarlo”, retomó Bottaro en diálogo con esta agencia, quien destacó que “ese también fue un avance, ya que no había que monitorearlo y la droga no persistía en el cuerpo, como pasaba con la Warfarina”.

“Pero el verdadero cambio en el paradigma de la AC de los últimos 60 años es Idarucizumab, que revierte el efecto del Dabigatrán sin predisponer al cuerpo a desarrollar más coágulos, lo que permite a los médicos centrarse en realizar la intervención de urgencia o controlar la hemorragia”, enfatizó Bottaro.

Destacó asimismo que la nueva droga, del laboratorio Boehringer Ingelheim, no genera efectos adversos ni tiene contraindicaciones.

“Esta molécula cumple todos los requisitos que un AR debería cumplir: actúa rápidamente, en dosis fijas, a los diez minutos su efecto desaparece, y es predecible, ya que entre cuatro y ocho horas será metabolizada y el médico podrá volver a indicar el AC que desee”, completó el especialista.