La Secretaría de Comercio comprobó en un operativo de control del cumplimiento del programa Precios Justos que la empresa mayorista Yaguar “no estaba comercializando aceites en sus góndolas, pero los estaba acopiando en sus depósitos”, por lo que los inspectores labraron las actas correspondientes.

El equipo de inspectores de la Secretaría realizó una verificación sobre stock y precios de los productos de los fideicomisos de aceites y fideos en el local de Yaguar de la avenida Juan Bautista Alberdi 4550 en Parque Avellaneda, ciudad de Buenos Aires.

“Al detectar que había faltantes de stock de los productos, se les solicitó a las autoridades del lugar ingresar al depósito, en donde se encontraron 12.600 unidades de aceite girasol, marca Legítimo de 1,5 litro y 1.725 unidades de aceite Cocinero mezcla de 900 mililitros”, indicó Comercio en un comunicado.

La repartición encabezada por Matías Tombolini precisó que “con esta maniobra, la empresa se garantiza el stock de los productos, para luego venderlo a los usuarios a un precio mayor al acordado”.

“A partir de esta situación, que incumple con el programa Precios Justos, los inspectores de la Secretaría de Comercio labraron las actas correspondientes”, añadió.

El operativo se enmarca en los controles que desplegó la Secretaría para corroborar que las empresas que suscribieron a Precios Justos “cumplan con las pautas acordadas y no se lleven adelante este tipo de acción que perjudica a los consumidores”, señaló.

Comercio recordó que, semanas atrás, había comprobado “desvíos en el precio del aceite en supermercados mayoristas, que rondaban entre un 41% a un 101%”.

“En ese caso, se les exigió a los mayoristas que bajen los precios de los productos, que mejoren el stock y que realicen una devolución del dinero a los comerciantes minoristas perjudicados por los sobreprecios”, lográndose de esa manera “una mejora en el cumplimiento del acuerdo, que pasó del 40% en mayo al 78% en junio”, destacó.

Comercio explicó que tanto el fideicomiso de aceite como el de fideos son herramientas que están vigentes desde febrero de 2021 y marzo de 2022, respectivamente, que tienen el objetivo de mantener una oferta en góndola a precios desacoplados de los vaivenes de las cotizaciones de los commodities en el plano internacional.

Esos instrumentos, sostuvo, “permiten sostener una divergencia entre la evolución del precio de exportación de la materia prima industrial con respecto al del aceite refinado con destino al mercado interno y que resulta esencial para la mesa de los argentinos”.