Un hombre de 77 años se defendió de un robo en su vivienda de Playa Grande y mató a uno de los dos ladrones que, de madrugada, intentaron asaltarlo mientras descansaba.

De acuerdo a la información confirmada de fuentes oficiales, el hecho habría ocurrido cerca de las 3.30 en la casa de Carlos Pellegrini 3002, donde dos delincuentes forzaron el acceso por una ventana al romper una reja y uno de ellos se introdujo con evidentes fines de robo, mientras el otro vigilaba el perímetro.

En esas circunstancias, el morador, un jubilado de tareas de administración rural que dormía en la habitación lindante del ambiente ganado por los asaltantes, tomó un arma legal en cuanto a su origen y tenencia y se trenzó en lucha con el intruso. Según pudo saber LA CAPITAL, en medio de la confrontación escuchó al cómplice gritar desde el exterior “¡Matalo, matalo!”. Entonces abatió al ladrón con el que forcejeaba adentro.

De acuerdo a los datos obtenidos, el hombre habría disparado en al menos dos oportunidades. Como consecuencia de ello, el intruso, de alrededor de 25 años y de físico corpulento, murió en el lugar mientras que el otro asaltante se dio a la fuga.

Una pareja de vecinos que reside enfrente a la casa de la víctima cruzó la calle y auxilió al jubilado, quien tiene hijos pero vive solo, y se encontraba en estado de shock y presentaba una lesión en una muñeca, sufrida en la confrontación. El hombre fue convocado como testigo del caso al arribar personal policial de la comisaría novena, con jurisdicción en el lugar de los hechos, y de Prefectura Naval, de rondín por la zona, mientras que la mujer se quedó junto a la víctima.

La fiscal Romina Díaz se apersonó en el inmueble e inició una investigación, sin tomar medidas restrictivas de la libertad del dueño, ya que considera, a priori, que está ante un caso típico e indudable de legítima defensa.

Tal como publicó LA CAPITAL hace 20 días, los vecinos de la zona llevan meses de reclamos de mayor presencia policial y cuestionamientos a las autoridades de la seccional mencionada antes por el incremento de hechos delictivos y violencia.

En ese sentido, al ser consultada por este medio, Hilda, una mujer que reside a metros de la casa donde se produjo el hecho, señaló: “Hace 34 años que vivo acá y la zona está peor que nunca. No nos dan bolilla. No hay policías. No hay patrulleros o no pasan nunca. Yo duermo con la ventana con rejas abierta, con alarma, con el perro. Ya me entraron a robar antes. Estamos asustados”.