La Agencia de Recaudación Municipal (ARM) admitió que este año la Tasa de Servicios Urbanos (TSU) registró subas exorbitantes que excedieron por lejos el promedio del 27,7% que se había comprometido a aplicar la gestión del intendente Carlos Arroyo.

En un informe presentado ante el Concejo Deliberante, el organismo reconoció que hubo miles de contribuyentes que recibieron boletas que tuvieron aumentos con un porcentaje promedio del 397%.

La Agencia analizó decenas de casos testigos pertenencientes a personas que formularon denuncias ante la Defensoría del Pueblo. Y registró que entre ellos se produjeron subas que fueron desde el 140% hasta el 1632%.

A partir de esta información los bloques de la oposición insistieron para que la cuestión sea corregida.

Sin embargo se encontraron con la resistencia inicial de los concejales de la Unión Cívica Radical y de la Agrupación Atlántica, quienes pretendieron archivar el pedido de la Defensoría.

Los ediles del oficialismo también intentaron darle el mismo destino a un proyecto de Acción Marplatense, que solicitó que las subas desmedidas fueran contenidas con la implementación de un tope.

Cuando por propuesta del concejal Guillermo Arroyo ambos expedientes estaban a punto de ser rechazados, una intervención del concejal Santiago Bonifatti (Acción Marplatense) provocó que el oficialismo cambiara de parecer.

“No cuenten con nosotros cuando en septiembre o en octubre de este mismo año tengan que aumentar las tasas de nuevo”, disparó.

Tras algunos segundos de silencio, finalmente el interbloque de Cambiemos aceptó que ambos expedientes continuaran en análisis.

Además el oficialismo admitió pedirle más información a la Secretaría de Economía y Hacienda, para que describa con mayor precisión por qué este año el aumento de tasas tuvo un efecto desmadrado.

El debate sobre este asunto tuvo un ingrediente particular. El autor de las subas, José Cano, estuvo presente en la comisión de Hacienda, ya no como secretario de Economía, sino en su condición de concejal de la Agrupación Atlántica.

Su participación fue escueta. Escuchó las críticas de la oposición y justificó la medida impulsada por él mismo.

Reconoció que llegó a haber subas superiores al 1600% pero insistió en que en promedio la TSU se incrementó un 27,7%, tal como lo había prometido meses atrás. “Esto está mal y es injusto” le respondió Bonifatti, planteando que la Municipalidad debe darle ahora una respuesta a los contribuyentes que sufrieron subas “desmedidas” y que “no podrán pagar”.

Por eso el concejal insistió con la propuesta de su bloque para que se implemente un tope que atenúe el impacto de las subas entre los contribuyentes más perjudicados.

Como aporte al debate Cano admitió que el universo de contribuyentes que tuvieron subas superiores al 300% está integrado por los titulares de poco más de 2500 cuentas.

Existe otro dato que Cano no mencionó, pero que fue señalado días atrás por el nuevo secretario de Economía y Hacienda: un 30% de los contribuyentes de la TSU sufrió subas superiores al 30%. Y entre ellos se registran casos de aumentos extremos.

Todo el debate tuvo como trasfondo otras declaraciones del secretario de Economía, Gustavo Schroeder, quien urgido por la necesidad de pagar los aguinaldos, esta semana reconoció que la recaudación de la comuna está en baja.

Los datos aportados por la ARM, en el caso de la TSU, lo confirman. Mientras que en el primer bimestre de 2015 la cobrabilidad fue del 68,71%, en el mismo periodo de este año la cifra descendió al 66,41%.