El trabajo es coordinado por la Universidad Autónoma de Barcelona y evaluará también la situación en otros veinte países de América, Europa y África. Los interesados en participar pueden realizar una encuesta online, abierta hasta el 31 de julio.
Un estudio internacional coordinado por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) está evaluando el efecto acumulativo de la pandemia de COVID-19 en el comportamiento humano en más de 20 países de Europa, África y América, entre los que se encuentra Argentina.
El proyecto, llamado PSY-COVID, consiste en una gran base de datos abierta para que investigadores de todo el mundo y autoridades sanitarias puedan analizar los efectos psicológicos de las medidas de restricción de la movilidad que han adoptado la gran mayoría de países para intentar controlar el contagio del coronavirus.
“Construimos una misma herramienta de medida para evaluar países muy distintos, por lo que esperamos poder comparar si la heterogeneidad en la prevalencia de trastornos de ansiedad o depresión se debe a la intensidad y la duración de las medidas implantadas por cada gobierno. En este caso Argentina, siendo el país con la cuarentena más larga hasta el momento, será un caso muy interesante de analizar“, señalaron desde el equipo de trabajo de PSY-COVID.
Además, agregaron que el estudio podrá también identificar los colectivos que están padeciendo los efectos con más dureza, entre los que creen se destacarán el personal de salud y las personas afectadas cuadros severos de la enfermedad. “En éstos, nos parece haber un gran número de casos de trastorno por estrés post-traumático”, indicaron.
Los interesados en participar (mayores de 16 años), pueden acceder a una encuesta online que estará abierta hasta el 31 de julio entrando en el siguiente link: Encuesta PSY-COVID.
Desde el equipo responsable del estudio señalaron de la gran base de datos que se espera “identificar factores que determinan el impacto en la salud mental, como las condiciones del espacio físico y el contexto social en que cada persona ha soportado el confinamiento o las restricciones de movilidad”.
En este sentido, pretenden evaluar el denominado “crecimiento postraumático”, es decir, la mejora emocional y cognitiva que experimentan algunas personas después de haber sido sometidas y superado circunstancias adversas como, en este caso, el aislamiento social o sufrir la COVID-19.