Hace cuatro meses los vecinos de la localidad jujeña de Tilcara no salían de su asombro cuando la policía encontró a dos mellizas recién nacidas dentro de bolsas de residuos a orillas de un arroyo, detrás de la casa de su madre. El resultado ahora de los informes toxicológicos le sumó todavía más horror a la historia: habían sido envenenadas con un plaguicida.

Una de las bebas murió antes de llegar al hospital, su hermanita permanece internada todavía en el sector de neonatología peleando por su vida. “Se pudo determinar científicamente que a las nenas les habían dado por vía bucal una sustancia de tipo plaguicida fosforado”, detalló a los medios el fiscal del caso, Aldo Lozano.

La situación de la mamá de las nenas es por demás complicada. No solamente está detenida y buscan imputarla por el delito de “homicidio doblemente calificado por el vínculo y por el envenenamiento” sino que además, es muy difícil dialogar con ella debido a que prácticamente no habla castellano sino que se comunica con un dialecto quechua.

El destino de las mellizas salió a la luz el pasado 14 de julio, cuando Claudia Hacho Puma ingresó a la guardia del hospital Salvador Mazza con fuertes dolores abdominales. Al revisarla advirtieron signos de que había dado a luz recientemente y se le dio intervención a la policía.
Las peores sospechas se confirmaron después de una extensa búsqueda en los alrededores de la vivienda donde vivía la mujer, cuando finalmente encontraron las bolsas con sus hijas adentro. Tenían signos vitales débiles y principio de hipotermia porque estaban desnudas y a la intemperie. En ese mismo momento la madre quedó detenida.

Para el fiscal hay indicios de que todo fue planeado para “matar a las bebas y hacerlas desaparecer”. Buscan también a dos hombres del entorno íntimo de la mujer que habrían sido cómplices del hecho.