ROSARIO, (Enviado especial).- Desde las 7 de la mañana tucumanos y marplatenses coparon las calles de Rosario. Alrededor de las 9 ya pudo observarse a hinchas de ambos finalistas merodeando la zona del Gigante de Arroyito, ubicado frente al Paraná.

Con escaso control policial por entonces, reinó la armonía entre unos y otros que se cruzaron en cada esquina.

El grueso de los hinchas de Aldosivi, con una caravana de más de 50 micros, tuvo las lógicas demoras en los retenes policiales previos y llegó a la zona del estadio de Rosario Central más cerca de la hora del partido.

Los tucumanos, que agotaron sus 19 mil entradas, llegaron antes y para las 13 ya habían ingresado en muy buen número al estadio, ocupando la cabecera norte y una platea completa.

Desde Aldosivi informaron que se vendieron 6 mil entradas en la previa. Los marplatenses ocuparon toda la popular sur y la mitad de la platea que da a espaldas al río Paraná.

Los primeros micros que llegaron desde Mar del Plata fueron dos fletados por el club con empleados de la institución, algunos familiares de los jugadores y la prensa.

En uno de ellos viajó Joaquín Indacoechea, quien confió a LA CAPITAL que ya comenzó a entrenar tras 8 meses de rehabilitación de una rotura ligamentaria en su rodilla derecha. “Pipi” ya había atravesado por un proceso similar en su rodilla izquierda tiempo atrás y en este torneo no pudo jugar ni un minuto. Con contrato vigente para 2025, el polifuncional jugador espera hacer la pretemporada a la par de sus compañeros para volver con todo en 2025.

En ese mismo micro viajó el plantel de entrenadores de las inferiores del club, con los coordinadores Diego Villar y Mariano Charlier a la cabeza.

A las 13.27, el plantel de Aldosivi completo saltó a la cancha para hacer el reconocimieto del campo de juego y tomar algunas imágenes que quedarán para el recuerdo. Cabe destacar que a Rosario viajaron todos, incluidos el suspendido Alan Sosa y el lesionado Franco Godoy.