Por Juan Miguel Alvarez

Cuando todo es costoso y no sobran argumentos, no está mal aferrarse al como sea. En definitiva, lograr la victoria es el objetivo primordial y puede ayudar a encontrar los caminos que permitan elevar el nivel y festejar con mayor continuidad en el futuro cercano.

Alvarado se abrazó al 2-1 en todo el complemento. ¿Sufrió? Bastante. Pero defendió con valentía. Y necesitó de una buena atajada de Lungarzo, también clave en la etapa inicial, cuando todo era favorable, con un penal atajado.
El equipo marplatense aprovechó su arranque redondo en el Minella para vencer a un siempre complicado Estudiantes de Río Cuarto y trepar posiciones en la Primera Nacional.

La apuesta de cambiar casi todo el equipo le salió mal a Marcelo Vázquez en la etapa inicial. Pero la visita llegó con más resto al complemento, cuando también mejoró su versión ya con varios de los habituales titulares en cancha. Alvarado, en contrapartida, esperó peligrosamente en su campo. Casi nunca tuvo la pelota y, encima, debió “emparchar” varias veces la defensa por lesiones. Pero impuso la cultura del aguante y celebró con euforia.

El local golpeó de entrada. Literalmente. Sacó del medio, manejó la pelota atrás, Ortiz metió un buen pase largo para Albertengo, quien en segunda instancia lanzó de zurda un centro para un Sebastián Fernández que se anticipó a Tomicich y aprovechó la salida a destiempo de Bigo. Treinta segundos y 1-0.

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Fotos: Mauricio Arduin / diario La Capital.

Estudiantes, desconectado, igual tenía una carta muy poderosa arriba: Reynaga. El delantero complicó con sus diagonales y se las ingenió para ganar los duelos individuales. Un buen movimiento suyo provocó el penal sancionado a Robledo por un leve contacto desde atrás. Sin embargo, Lungarzo le tapó el remate al propio delantero.

Alvarado volvió a sacarle jugo a la pelota parada a los 18′. Mérito de un gran lanzador como Fernández y de un defensor con gol como Ortiz. El “6” anotó de cabeza de corta distancia luego de un anticipo de Ramírez en el primer palo tras un corner desde la derecha.

Fernández, el más preciso, y Albertengo, inteligente para moverse de adentro hacia afuera, fueron los mejores del local, que desaprovechó los espacios por sus malas decisiones en las réplicas.

Históricamente, Alvarado no suele tener tardes tranquilas. Y, pese a que todo hacía indicar lo contrario, este miércoles no fue la excepción. Porque antes del entretiempo, Reynaga recibió por izquierda, aceleró ante Ortiz y metió un zurdazo cruzado esquinado.

En el segundo tiempo, lo dicho. El equipo de Vigevani se dedicó, exclusivamente, a neutralizar. Tomás Berra fue un baluarte. No se puso colorado para rechazar todo lo que llegó al área lo más lejos posible. Albertengo ya no aguantó la pelota y tampoco tuvo apoyos para construir.

Estudiantes tomó el dominio absoluto. Merodeó el área, pero llegó con peligro una sola vez. Reynaga resolvió bárbaro de espaldas y Lungarzo, con la punta de la mano, evitó el empate. Así ganó Alvarado. Con “uñas y dientes”.

Síntesis

Alvarado (2): Lungarzo (8); Bettini (5), Ortiz (6), Robledo (5) y Olivera (5); Bellocq (5); Lacunza (5), Vadalá (4) y José L. Fernández (6); Albertengo (6) y Sebastián Ramírez (5). DT: César Vigevani.

Estudiantes (1): Bigo (4); Zurbriggen (5), Maffini (5) y Landa (5); Tomicich (4), Emanuel Quinteros (5) y Federico López (5); Tomás Correa (4), Matías Rosales (6) y Ramiro Balbuena (5); Reynaga (7). DT: Marcelo Vázquez.

Goles: primer tiempo, 30” Fernández; segundo tiempo, 18′ Ortiz y 43′ Reynaga.
Cambios: segundo tiempo, inicio, Berra (7) por Ortiz, León (5) por Tomicich y Castet (6) por López, 7′ Talpone (6) por Correa, 20′ Vitale por Olivera y Lamardo por Vadalá, 24′ Silba por Balbuena, 28′ Irazoque por Robledo, 33′ Alvarez por Landa y 39′ Makarte por Lacunza.
Incidencias: primer tiempo, 7′ Lungarzo le atajó un penal a Reynaga.
Cancha: José María Minella (aceptable).
Árbitro: Luis Lobo Medina (5).