Después de un año de lucha y resistencia, la confitería Boston ubicada en Buenos Aires y Belgrano reabrió esta mañana sus puertas. Representantes de UTHGRA y del Sindicato de Pasteleros fueron a la sucursal a acompañar a los seis trabajadores en este día en el que el local reabrió al público y volvieron a venderse detrás del mostrador las clásicas medialunas que “mantienen su calidad y son las mismas de siempre”.

Minutos antes de las 10, la secretaria general de UTHGRA arribó al local y se abrazó con los trabajadores. El lugar fue puesto en condiciones, con trabajos de pintura y mantenimiento, por las juventudes sindicales de ambos gremios.

“Tenemos una felicidad enorme. Fue un año muy duro y desgastante para los trabajadores. Nosotros estuvimos conteniendo en todo lo que pudimos, pero los marplatenses y turistas ayudaron a sostener este año la actividad y nos merecemos este resultado. Ahora hay que poner toda la energía para que esto funcione”, expresó Nancy Todoroff.

Acompañada por los concejales Mercedes Morro, Ariel Ciano, Verónica Lago, Daniel Rodríguez,Santiago Bonifatti y Mario Rodríguez, como así también el titular de la CGT Regional Mar del Plata Miguel Guglielmotti, el representante del Ministerio de Trabajo Gustavo Serebrinsky  y el secretario general del Sindicato de Pasteleros, Carlos Vaquero, la vocera de los Gastronómicos confirmó que “lo primero que hay que hacer es que los dos locales -éste de Buenos Aires y Belgrano y el de la avenida Constitución al 4698 que reabrió la semana pasada- sean rentables” porque “la administración de los hermanos Lotero dejó una deuda de 96 millones”, indicó Todoroff.

La exorbitante cifra representa “algo inaudito, sin precedentes”, dijo la dirigente gremial al dar a conocer la cifra de deuda que acumularon los anteriores administradores de la cadena de confiterías Boston.

La dirigente de UTHGRA informó que hasta el momento son seis los trabajadores reincorporados. “Esto tiene que ser rentable porque esperamos que pronto se sumen los otros cuatro que quedaron fuera y también estaban en la toma y ojalá podamos seguir tomando gente de la que fue despedida”, agregó.

Desde temprano, algunos marplatenses se convirtieron en los primeros clientes de esta nueva etapa de la tradicional confitería Boston. Detrás del mostrador, el personal se mostró emocionado y con visible alegría por volver al trabajo formalmente después de estar un año resistiendo el cierre del local, vendiendo café y medialunas en la puerta.