Noche inolvidable para Unión. Noche inolvidable para Tomás Quinteros. El joven escolta, formado en “El Quincho”, cumplió 100 partidos de Liga Federal con la camiseta de su club y, de paso, contribuyó con una gran gestión defensiva a la victoria decisiva sobre Ferro y a la clasificación a la final de Conferencia.

Nada menos que un ascenso estará en juego ante el ganador de la serie entre Deportivo Suardi y Racing de Avellaneda desde el próximo domingo. “No vamos a dejar pasar esta posibilidad”, prometió Quinteros.

-Más allá de lo deportivo, se te ve muy feliz…
-Me emociono fácil, me cuesta hablar. A mí Unión y su gente me emocionan, es una locura el presente que estamos viviendo. Debe ser lo más lindo que me tocó vivir desde que juego al básquet. Mi carrera es corta todavía, pero es maravilloso esto que le pasa al club.

-Dejaron atrás al enemigo más peligroso…
-Ferro fue un rival muy digno, tiene buenos jugadores y se reforzó bien. En su cancha tiene una localía muy fuerte y acá vino a plantar batalla hasta el último segundo. Con el partido perdido, en la última jugada, salió a presionar igual, la robaron e hicieron el doble. Ferro nunca bajó los brazos. Fue muy intenso hasta el final. Fue lindo enfrentarlo, hizo un gran torneo.

-¿Jugaron la mejor defensa del torneo?
-Sabemos que tenemos que plantar esa defensa, Somos un muy buen equipo defensivo y hoy lo pudimos demostrar. En nuestra cancha, en ese sentido, nos hacemos más fuertes todavía. El básquet es de atrás para adelante. Adelante, si estás bien, la metés. Pero atrás nunca podemos resignar.

-Bueno, hoy no te tocó meterla y defendiste como el mejor…
-Claro, este equipo tiene eso. Si alguien no la mete, lo hace otro. Por suerte es así. No la metí, pero algo le tenía que dar al equipo. Y la gente te da energía para defender. Si no estoy bien adelante, atrás no voy a resignar. Quiero y me gusta jugar. Si me aporte tiene que ser defensivo, será defensivo, no hay problema.

-Bellozas decía hace un rato que alguna noche no había podido dormir desde el partido perdido en General Pico…
-Nos pusieron en jaque, nunca nos había pasado. Pero en esta cancha somos muy fuertes y jugamos muy cómodos. Cuando nos encontramos y nos sentimos equipo, nadie puede con nosotros. Sentíamos esa presión. Más de uno no pudo dormir, vinimos ansiosos a los partidos. Pero, ya está, quedó atrás. Estamos a un pasito.

-No sólo fue la primera vez en el torneo que jugaron con la presión de no poder perder. También fue la primera vez que lo hicieron con apenas veinticuatro horas de descanso en relación a la última presentación. No parecieron sufrirlo…
-Está bueno saber que podemos responder con tan poco descanso. Fue una prueba. Con las rotaciones, estuvimos a la altura. Físicamente no nos podemos guardar cosas,

-¿Cómo soñás la final?
-No me gusta decirlo, pero sabemos que no vamos a perder. No vamos a dejar pasar esta posibilidad.