Una ceremonia que se desarrollará sin público por la pandemia de coronavirus.
Los Juegos Tokio 2020 iniciaron este jueves en la ciudad de Fukushima, el noreste de Japón, el relevo de la llama olímpica, una ceremonia que se desarrollará sin público por la pandemia de coronavirus y que representa la cuenta regresiva para el comienzo de la competencia el próximo 23 de julio.
La titular del Comité Organizador Local (COL), Seiko Hashimoto, aseguró que el recorrido del fuego olímpico significa “un rayo de luz al final de la oscuridad” frente a la incertidumbre derivada de la emergencia sanitaria mundial.
“Esta pequeña llama nunca perdió la esperanza y ha esperado este día como una yema de cerezo a punto de florecer”, graficó la máxima autoridad de Tokio 2020, competencia que fue aplazada el año pasado por el Covid-19.
La antorcha de oro rosa, que tiene en el extremo superior forma de flor de cerezo, fue encendida en el complejo deportivo J-Pueblo, exbase de operaciones en la catástrofe nuclear de 2011, y transportada en su primer tramo por las integrantes del equipo femenino de fútbol de Japón.
El llama olímpica será transportada durante 121 días por unos 10.000 atletas en un recorrido que atravesará las 47 prefecturas de Japón y que concluirá con el encendido del pebetero en el Estadio Olímpico de Tokio el próximo 23 de julio.
Deberán portar mascarilla todos los deportistas que participen del acto, que este año será seguido a distancia por los fanáticos.
La ceremonia de este jueves en Fukushima tuvo la participación de un reducido grupo de dirigentes políticos y deportivos, mientras la organización solicitó a los ciudadanos que evitaran concentraciones para seguir el paso de la antorcha por las calles.
“El relevo de la llama pretende hacer saber que los Juegos Olímpicos se llevarán a cabo”, subrayó Toshiro Muto, director general de Tokio 2020, en declaraciones recogidas por la agencia AFP.
Los Juegos Olímpicos en Japón tendrán lugar del 23 de julio al 8 de agosto bajo estrictas medidas de seguridad sanitaria. El gobierno y la organización acordaron que se prohibirá el ingreso al país de fanáticos extranjeros y muy probablemente se impongan límites de capacidad en los estadios para los aficionados locales.