Pasadas las 23.30 del jueves algunas cámaras de seguridad del barrio privado Rumencó captaron una presencia inusual. Muchas de ellas se activaron automáticamente por los sensores de movimiento y otras por los de ruidos. El intruso estaba allí y hasta se atrevió a buscar alguna puerta o ventana sin cerrojo que le permitiera meterse en una casa.

La historia acabó más de 12 horas después cuando un grupo de vecinos localizó entre algunas plantas al delincuente y, tras someterlo a golpes para reducirlo, lo retuvo. Minutos más tarde llegó al lugar la policía y completó la detención.

En todo ese “mediodía” lo que pasó mantuvo en vilo a los habitantes del barrio más exclusivo de Mar del Plata, ubicado sobre la avenida Jorge Newbery, pegado al recientemente inaugurado supermercado Coto. Los grupos de mensajería telefónica “ardieron” durante esas horas, y no quedó claro ni cuántos delincuentes eran los intrusos ni a cuántas casas habían podido entrar.

La única confirmación fue la del robo final, perpetrado en la casa de donde se vio salir al ladrón segundos antes de ser atrapado.

🚨🗞️La verdadera secuencia del ladrón solitario dentro del barrio privado más exclusivo de Mar del Plata
La nota aquí: https://t.co/1Zzq53dnfZ pic.twitter.com/uwznUk4Jlk

— La Capital MdP (@lacapitalmdq) December 6, 2024

El principal damnificado fue un empresario de calle Los Sauces, porque resultó ser el único al que el ladrón pudo vulnerar en su seguridad. El hombre no estaba en su casa cuando algunas personas vieron que una de las ventanas parecía rota. Con toda la confusión de la madrugada y la desinformación sobre si habían ocurrido robos o no, quienes vieron la ventana rota prestaron atención. Fue entonces cuando salió de allí un hombre.

Según el expediente que lleva adelante el fiscal Facundo De La Canale, ese individuo fue identificado como Daniel Alanis (44), un hombre de nacionalidad uruguaya, al que los vecinos y algún miembro de la seguridad privada lo redujeron contra el pasto de la casa robada. Tenía entre sus ropas 371 dólares norteamericanos, 20 Euros, 5 dólares neocelandeses,, 23.345 pesos argentinos, 1 par de aros símil a oro, 1 par de aros símil a oro rosa, 1 aro tipo argolla símil a oro, un teléfono Samsung color dorado con la pantalla rota y un cargador de teléfono celular color blanco con cable usb.

“El fiscal estaba bastante molesto porque todos decían que había habido tres, seis y hasta diez casas robadas durante la noche, que no era uno sino dos los ladrones… Pero nadie hizo ninguna denuncia”, dijo una fuente consultada por este medio.

Lo que pudo reconstruirse es que Alanis intentó -al menos intentó- ingresar a otras viviendas. Vale recordar que el barrio Rumencó posee casa sobre lotes que no tienen medianeras ni estructuras divisoras, de manera que pasar de un domicilio a otro no es un problema.

“También es cierto que no hay grandes medidas de seguridad en las casas porque se supone que nadie del exterior puede ingresar. Además hay dos empresas de seguridad privada que están a cargo de todo el área y que cobran cifras millonarias por sus servicios”, explicó un residente del lugar al dialogar con LA CAPITAL.

Para la fiscalía, Alanis entró finalmente a la casa del empresario de la calle Los Sauces y se apoderó de todo lo que pudo encontrar. También pretendió abrir una caja fuerte, pero no lo logró. Se cree que pasó mucho tiempo en el interior de la casa porque había un gran desorden.

Por lo pronto, Alanis, un hombre que tendría antecedentes penales, deberá afrontar cargos por el delito de robo agravado por escalamiento por efracción en grado de tentativa. Por el momento se le atribuye un solo hecho, pero no se descarta que, con el correr de las horas y la voluntad de otro damnificado para denunciar, se le sume alguno más.

Mientras tanto la organización interna del barrio Rumencó y las empresas de seguridad privada que prestan allí su servicio trabajan para determinar si existen puntos vulnerables en el perímetros que fueron los que posibilitaron el ingreso del intruso.