por Sebastián Arana

Peñarol, empujado por un gran marco en el Polideportivo, logró un triunfo que vale oro. Derrotó a Gimnasia de Comodoro Rivadavia por 72-65 para arrebatarle el segundo lugar –de paso, quedándose con la ventaja deportiva para un eventual empate en puntos- de la Liga Nacional de Básquetbol. El equipo marplatense hizo un esfuerzo mayúsculo para equilibrar una terrible pelea física, pero inclinó la balanza cuando apareció Al Thornton, el más talentoso de todos los jugadores que pisaron la cancha.

Libraron una extraordinaria batalla defensiva. Muy equilibrada. Los dos se hicieron fallar mutuamente. Peñarol, que empezó el partido con un triple de Buemo, estuvo los siguientes cinco minutos sin convertir y apenas anotó tres tiros de cancha, todos de tres puntos, a lo largo de un primer cuarto en el que casi no hubo lanzamientos cómodos.

Sin embargo, tampoco los concedió en el canasto propio. Anuló a Orresta y Elliott y no le brindó facilidades a los internos, además de dominar el rebote con una gran gestión de Tomás Monacchi.

De todos modos Gimnasia, con un par de aciertos de Mencía y Acuña, se llevó el cuarto inicial por un flaco 12-11. Y siempre fue al frente en el segundo, aunque nunca por más de cinco puntos. Mencía pesó más en posiciones cercanas al canasto, Acuña alternó buenas y malas y Vega, con un buen ingreso, los apoyó desde el perímetro.

Ramella fue alternando con Sansimoni y Valinotti en la base en su búsqueda de aclarar el ataque. Finalmente, encontró algo de claridad con el segundo ingreso del olavarriense, que estableció conexión con Philiip Lockett para generar tiros claros. El ingreso de Fabián Sahdi, asimismo, le dio a Peñarol algo más de claridad y gol. Y un triple suyo y otro de Monacchi le permitieron irse al descanso 34-36 abajo.

Peñarol tuvo su mejor pasaje en el comienzo del tercer cuarto. Mantuvo la solidez defensiva y alimentó seguido a Tevin Glass, decididamente enfocado con el aro. El equipo marplatense pasó al frente y manejó cortas ventajas. Pudo sostenerlas en tanto Gimnasia circunscribió su producción ofensiva a Mencía y Acuña.

Sin embargo, hacia el final del cuarto, los comodorenses comenzaron a torcerle el brazo a Peñarol a fuerza de tomarle rebotes de ataque. Paralelamente, empezaron a gravitar sus bases, hasta entonces poco participativos.

Gimnasia, con un triple de Orresta, logró recuperar el liderazgo (53-51) antes de entrar al cuarto final. Y le puso máxima presión a Peñarol con un parcial de 6-0 en los dos minutos iniciales del último segmento.

La reacción “milrayitas” fue automática. Le hizo bien el reingreso al partido de Lockett por Franco para poner de pie una defensa que, transitoriamente, había hecho agua.

Aún con problemas para atacar, fue a buscarse con decisión la chance de tomar libres para achicar casi toda la brecha.

Todavía le faltaba algo a un duelo recio, físico y tensionante. La aparición del talento para definirlo. Y esa cuota la puso completa Al Thornton cerca del final. No había sido significativo su primer ingreso, pero el del cuarto final valió por los dos. Anotó los tiros de riesgo, le puso una tapa monumental al “Toro” Acuña cuando el partido estaba indeciso, fue a la línea cuando debió y terminó definiendo la lucha con un triple desde muy lejos a falta de un minuto.

Así Peñarol, por fin, pudo torcerle la muñeca a Gimnasia. Así ganó, recuperó el segundo lugar y se aseguró sobre los comodorenses una ventaja deportiva en caso de un eventual empate en puntos. Mejor, imposible.

La síntesis

Peñarol 72
B. Sansimoni 5, C. Buemo 7, T. Monacchi 6, T. Glass 17 y P. Lockett 11 (FI); J. Valinotti 3, N. Franco 2, F. Marín 0, F. Sahdi 8 y A. Thornton 13. DT: Leandro Ramella.
Gimnasia (CR) 65
S. Orresta 6, M. Elliott 7, Y. Mencía 17, A. Barreiro 4 y R. Acuña 14 (FI); S. Vega 10, D. Romero 1 y F. Vázquez 6. DT: Martín Villagrán.
Estadio: Polideportivo “Islas Malvinas”.
Árbitros: Juan Fernández-Rodrigo Castillo-Alejandro Trías.
Parciales: 11-12, 34-36 y 51-53.