por Sergio Arboleya

Teresa Parodi presentará en el porteño ND Teatro su reciente e impactante disco “Todo lo que tengo” donde bajo la sensible producción de Ernesto Snajer dialoga con textos y músicos de diverso carácter pero teniendo a “la poesía como punto de partida y de llegada”, advierte la correntina.

En esa misma sintonía sensible, Parodi señala durante una entrevista con Télam que “gracias a la maravillosa herramienta del arte, yo entraba a ese mundo en medio de toda la vorágine de lo que pasa y las cosas tenían otro color y me parecían posibles muchas cosas que son imposibles”.

Sin disimular la alegría por el desafío plasmado en un material que constituye una obra cumbre dentro de su vasta y reconocida trayectoria, quien fuera la primera persona en encabezar el Ministerio de Cultura en la Argentina subraya el carácter sanador del arte.

“Se dieron muchas cosas con mucha naturalidad para construir un mensaje superador desde un disco muy colectivo, comunitario. La propuesta fue algo así como ‘sentémonos juntos a pensar desde aquí esta parte que somos, esta parte legada, esta poesía” y por suerte muchos vinieron a compartir conmigo la intensidad de lo que se grabó”, resalta la trovadora.

El elenco convidado por Parodi y Snajer reúne a Chango Spasiuk en acordeón, Carlos “Negro” Aguirre en piano y acordeón, Juan Quintero en voz y guitarra, los guitarristas Pedro Rossi, Juan Manuel Colombo y Matías Arriazu, las voces de Liliana Herrero, Nadia Larcher, Luciana Jury, Miss Bolivia y Pedro Aznar.

Se suman, además, las percusiones de Facundo Guevara y Mariano “Tiki” Cantero, Alejandro Franov (sitar y teclados), Nico Cota (programación de tracks de percusión) y el cuarteto de cuerdas dirigido por Guillermo Rubino que el violinista comparte con Elena Buchbinder (violín), Mariano Malamud (viola) y Nicolás Rossi (violoncello).
Buena parte de ese elenco estará presente el sábado desde las 21 cuando en la sala sita en Paraguay 918, que Teresa amadrina, suene en directo el sutil y potente repertorio de “Todo lo que tengo” donde un par de textos propios conviven con poemas de Jorge Luis Borges, Armando Tejada Gómez, Manuel J. Castilla, María Elena Walsh y Julio Cortázar, entre otras plumas célebres.

– ¿De la mano de este trabajo siente que toma una posición que burla el mito de la grieta política y sus miserias?

– En el mundo real vivimos y lo virtual lo atraviesa todo y hiere y lastima en algunos momentos y también te da mucho amor. Yo camino entre abrazos por la calle aunque también se levante alguna voz airada, pero el amor lo puede más y es mucho más en proporción. Por otro lado, todo el que dice lo que piensa, sabe que si actúa en consecuencia corre determinados riesgos pero eso es vivir. Voy a cumplir 70 años a fin de año y soy una mujer feliz que tuve sueños, tengo sueños, miles de sueños que no cumplí pero voy a cumplir y tengo para qué y con quién. Di muchas batallas agitada por momentos feroces de nuestra historia y elegí el lado en el que quise estar y eso me da una gran paz interior.

– ¿Apostar a la poesía es parte de esa decisión?

– La poesía te abre otras puertas y da caminos para experimentar porque te coloca en otro lugar de la composición y no estás atada a la estructura de la canción. La poesía es infinita y la sensación es que estás haciendo una música nomás de todas las posibles que hay y siempre vale porque es la emoción la que une a la música con la palabra. Ese asombro, ese deslumbramiento que me genera la poesía, quiero compartirlo.

– ¿Son momentos mágicos?

– Totalmente. De la canción “La lucha” (con texto de Armando Tejada Gómez) estoy enamorada y eso es lo que quiero decir mucho más que en mi canción “Todo lo que tengo”. Recuerdo que estaba tomando mate y trabajando en la selección de textos y “La lucha” estaba en mi mesa siempre a punto de nacer y lo empecé a cantar y fui corriendo a buscar la guitarra y salió de un tirón. Lo mismo me pasó con “Aguafuerte” (del paraguayo Elvio Romero).

– Se escucha como un trabajo donde se atreve al riesgo y a cambiar el tono habitual de su propuesta…

– Mi labor como cantautora es estar tomando datos de la realidad para escribir historias y contar con lujo de detalles las historias de nuestro pueblo, de nuestra gente. Pero el atrevimiento de tutearme con un poeta es un trabajo hecho con mucho respeto y en un marco que pudo cerrar porque en Snajer encontré al arreglador, al tipo con el que dialogar esto y encontrar el clima para cada poeta porque también son distintos entre sí. Es que quería dejar que la poesía entrara en mí y permitir que fluyera la intuición de que hay un tiempo para todo, algo que me puso en un estado de gran emoción. Ojalá pueda provocar eso en los otros a partir de un disco para escuchado desde otro lugar.

Télam.