Siempre y cuando no se desate sobre Mar del Plata el temporal anunciado, el sábado el básquetbol de primera división de la Asociación local tendrá un nuevo campeón. Desde las 19, en el gimnasio del Colegio Albert Einstein, IAE Club recibirá a Unión A en el tercer y decisivo partido de la serie final del Torneo Oficial “Copa OAM”.

Más allá de lo deportivo, causó extrañeza la programación de una definición que se aguardaba para el lunes. Sobre todo porque varios de los jugadores que Unión pondrá en cancha actuaron anoche por el Torneo Federal ante Atlético Pilar. Hoy volverán a hacerlo con menos de 24 horas de descanso.

¿Cómo pudo ser posible semejante disparate? Aunque ilógico, es reglamentario. En casos de esta naturaleza, en su momento en la AMB se estipuló que los clubes involucrados deben de ponerse de acuerdo sobre la fecha elegida para programar cualquier partido. Sin embargo, en casos de discrepancia, la última palabra la tiene el club local. Sin que intervenga instancia superior alguna.

Víctor Lacerenza, programador de la AMB, reconoció la necesidad de cambiar este apartado del reglamento. “En instancias como esta, cuando los clubes no ceden, aparecen los problemas. Pero este es el último año en que se juega de esta manera. La modificación es urgente. Ya está consensuado. Vamos a cambiar un montón de cosas. Haremos un reglamento nuevo e intentaremos de que se respete el torneo local. Nadie puede quedar en desventaja. Ni tampoco terminaremos más en estas fechas por contemplar tantos pedidos de postergaciones”, prometió.

Si el temido temporal se desata, IAE Club tiene previsto que mañana se dispute el tercer encuentro.

Piernas más frescas y una rotación amplia son las bazas del equipo dirigido por Alejandro Mangone que buscará un histórico primer título en primera división. De hecho, IAE impuso esa vitalidad en el primer cotejo, tras dos alargues, y produjo una vigorosa reacción en el segundo partido luego de ir perdiendo por más de veinte puntos en el tercer cuarto.

Las armas de Unión, en cambio, son la costumbre de jugar finales, de afrontar situaciones de presión y la jerarquía de alguno de sus jugadores. Por caso, Agustín Jara, ausente en el primer partido (programado en coincidencia con la Fiesta del Premio Lobo de Mar, donde se premiaba al promisorio juvenil chaqueño) y decisivo en el segundo con 33 puntos.