Un hombre de 64 años que había sido condenado por vender droga y cumplía arresto domiciliario fue descubierto al volver a cometer el mismo delito en su vivienda del barrio Santa Mónica, cerca de dos escuelas.

Además del principal acusado, durante el procedimiento llevado a cabo este miércoles a la tarde fue detenido su cómplice.

La investigación había sido iniciada meses atrás, bajo las órdenes de los fiscales de Estupefacientes, Leandro Favaro y Daniela Ledesma. Con las pruebas reunidas en contra del sospechoso por parte del personal policial del área de Drogas Ilícitas, el juez de Garantías Saúl Errandonea autorizó el operativo.

Los efectivos irrumpieron en la vivienda de Laprida al 4200, ubicada a pocas cuadras de dos establecimientos educativos, la Escuela Técnica Nº 2 y la Escuela Primaria Nº 47. En el interior, hallaron al acusado en plena tarea de fraccionamiento de de cocaína, mientras que, parte de la sustancia secuestrada se encontraba hábilmente oculta en pequeñas cajas fuertes empotradas, que disimulaban ser llaves de luz.

En el interior de la propiedad se realizó el secuestro de envoltorios que contenían la misma droga en forma compacta (piedra), y otro que estaban listos para ser comercializados. Los pesquisas también se incautaron de marihuana, balanzas de precisión, dinero en efectivo, teléfonos celulares, sustancias para el corte y estiramiento de los estupefacientes, recortes de nylon y anotaciones de interés.

Además del principal acusado, fue detenido en el lugar un hombre de 30 años sindicado como su cómplice. Ambos fueron trasladados a la Alcaidía Penitenciaria Nº 44 de Batán.

Investigación y antecedentes

Como se explicó antes, el dueño de la vivienda cumplía un arresto domiciliario que era controlado con una pulsera electrónica del Servicio Penitenciario Federal. Es que, conforme señalaron fuentes de la fuerza, había sido condenado en 2022 junto con otras personas a la pena de 6 años de prisión por el mismo delito, cometido según la instrucción judicial junto a un grupo de gente que componían más de tres personas. Es decir, la Justicia Federal lo había considerado parte de una banda narcotraficante.

Durante esta nueva etapa investigativa oportunamente realizada por la policía, se pudo establecer y documentar tras distintas tareas de campo encubiertas, que en la casa del barrio Santa Mónica funcionaba un point de venta de drogas, ante la presencia de distintos compradores ocasionales que acudían al lugar. Al parecer, estos eran atendidos por esta persona a través de las rejas del patio delantero del inmueble, donde luego de mantener un breve diálogo, se concretaban las maniobras ilícitas mediante un “pasamanos”.

Plasmadas judicialmente las distintas pruebas recolectadas, los fiscales Favaro y Ledesma pidieron una orden de allanamiento y requisa para el principal investigado, las cuales una vez otorgadas, permitieron la realización del operativo. Primero, según se informó, se llevaron a cabo tareas de observación a distancia del lugar mediante la utilización de un drone perteneciente a la Sección Táctica de Video Vigilancia dependiente de la Superintendencia de Comunicaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Después, una vez dadas las condiciones se seguridad, se realizó el procedimiento.

Ambos hombres detenidos fueron trasladados al penal de Batán y citados a declarar en Tribunales, acusados del delito de “infracción a la ley 23.737 de Estupefacientes con fines de comercialización”.