El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, estuvo en Mar del Plata durante fin de semana junto a su mujer y su hija. Su reciente vuelta de Davos, donde fue a acompañar al presidente Mauricio Macri, se vio eclipsada, primero, por el revuelo que se generó alrededor del ministro de Trabajo Jorge Triaca y, ahora, por el inquebrantable apoyo oficialista a Luis Oscar Chocobar, el policía procesado por la Justicia por el delito de “homicidio agravado” contra Pablo Kukoc (18), uno de los ladrones que en diciembre atacó a puñaladas al turista estadounidense Joe Wolek en el barrio de La Boca.

– Cambiemos insiste en el apoyo a Chocobar. Ahora, ya con la publicación del video del momento, ¿no cree que se precipitaron al recibirlo?

– Yo creo que el apoyo va más allá de este caso. Es un policía que incluso no estaba en su horario, con lo cual podría no haberse metido. Se trata de un caso tan violento, que no es que hubo sólo una amenaza, el tipo fue a matar directamente. De hecho, según los médicos, no lo mató (a Wolek, turista estadounidense) por un centímetro, con lo cual creo que tenemos que cuidar a los que nos cuidan. Además una vez que lo mató se fue por el barrio, se cruzó con gente, había gente pasando en auto… una situación de muchísima violencia. Por eso lo recibió el presidente y lo apoyaron funcionarios como Patricia Bullrich y Cristian Ritondo.

– Pero lo que aparece en el video se contradice con lo que él declaró en el expediente, donde asegura que hubo una amenaza a su persona

– Se ven fragmentos en el video, no se ve todo, no se ve exactamente cuándo le dispara tampoco.

– Dice que el apoyo va más allá de este caso, ¿existe por parte del gobierno un deseo de ir en contra de un discurso que apunta y critica el accionar policial?

-Nosotros en esta dicotomía de la mano dura y la mano blanda, tenemos que ir con la mano justa. Cuando hay excesos de la policía no hay que permitirlos jamás, pero tampoco estigmatizar a la policía. Hay que buscar un equilibrio porque la policía nos tiene que cuidar. Hoy la inseguridad es una de las principales preocupaciones en la Argentina, en la Ciudad de Buenos Aires es la principal. Y para encarar eso tenemos que reconstruir una fuerza policial en la cual la gente crea, que tenga autoridad y el respeto de la gente. Eso después de muchos años de deterioro se había perdido y lo tenemos que recuperar porque lo que más me pide la gente en la calle a mí es la seguridad. Eso no quiere decir de ninguna manera que nos vayamos al otro lado. He tenido siempre una actitud muy dialoguista en términos del orden público y las manifestaciones, pero tenemos que cuidar a la policía.

La relación entre gobierno y sindicatos

– Gremios convocaron a una nueva movilización para el 22 de febrero ¿Qué opina al respecto?

-Que es un acto político. Primero es un acto de un gremio, Camioneros de Moyano, que creo que acompaña Baradel y Yasky y algunos gremios ultrakirchneristas, pero no mucho más. Todos los gremios de la CGT no están acompañando.

– Los dirigentes aseguran que es un acto en defensa de los trabajadores y contra las medidas del gobierno.

– Si fuera en defensa de los trabajadores pedirían una reunión con el gobierno, que está abierto al diálogo, para plantear sus sugerencias y mejorar la situación de los trabajadores. Pero acá no hubo ningún pedido de diálogo, si realmente querés mejorar la situación de los trabajadores te sentás con el gobierno y buscas alternativas. Como ocurrió con Vaca Muerta con el gremio de Petroleros. Hicieron un acuerdo específico que va a generar trabajo, le sirve a la provincia porque se invierte en el país y el gremio acompaña. Eso surgió de una mesa de diálogo, no de una manifestación y un paro.

– Después de las detenciones de algunos sindicalistas y las declaraciones de otros, ¿cree que la relación del gobierno con los sindicatos está rota?

– No, pero primero no hay que generalizar. Hay sindicalistas que a todas luces parecería que robaron y extorsionaron, y está bien que estén presos, sean sindicalistas o no. Pero hay otros sindicalistas que no entraron en la misma, con lo cual no hay que generalizar. Además el gobierno tiene muy buena relación con los sindicatos, de hecho Moyano convocó a esta movilización para el 22 y la mayoría no lo acompaña. Encima ahora no se sabe si se hace o no se hace porque eligieron una fecha muy poco feliz, en el aniversario del fallecimiento de tanta gente en la tragedia de Once.

Reelecciones “naturales”

– Hace pocos meses obtuvieron un triunfo electoral, pero ya se está pensando en las próximas elecciones.

– No, nosotros todavía no, falta mucho.

– Pero si incluso usted ha dicho que esperaba un segundo mandato en 2019 en la Ciudad.

– Yo dije que sería lo más natural. Falta mucho para las elecciones, pero sí, insisto que sería lo natural.

– ¿También sería ‘natural’ una reelección de Vidal y Macri?

– Sí, también, pero hoy nuestra preocupación está muy lejos de eso. Hay tantas cosas importantes y cada uno con sus responsabilidades que hoy es imposible pensar en eso.

– ¿Piensan que los aumentos de tarifas programados para este año y el debate por una reforma laboral les puede llegar a costar votos para 2019?

– Nosotros no nos manejamos con el temor a perder unos votos dentro de un año y medio. El gobierno hace lo que cree que tiene que hacer para mejorar la situación de la gente, no estamos fijándonos si cada medida suma o resta votos, no es para nosotros una cuenta matemática.

El decreto de los familiares, la adhesión de los municipios y el reclamo de un hermano

Rodríguez Larreta fue, junto a la gobernadora María Eugenia Vidal, el primer funcionario de Cambiemos en adherir al decreto 93/2018 que prohíbe a los ministros nacionales designar a familiares en cargos en el Gobierno.

La medida generó un fuerte debate sobre los casos de nepotismo dentro del oficialismo y los posibles alcances a aquellos familiares que atravesaron un proceso de selección oficial o gozan de una estabilidad ganada por los años en el cargo. A su vez, la adhesión de algunos intendentes y gobernadores y la indiferencia de otros llevó a evidenciar un claro rechazo a la medida por parte de propios y ajenos.

– ¿Se trató de una medida que ya se venía pensando o surgió para poner paños fríos tras lo que ocurrió con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca?

– No, una cosa no tiene que ver con la otra. El ministro, como lo dijo Mauricio Macri y Marcos Peña, cometió un error y pidió disculpas. Después Mauricio salió con esta medida y nosotros lo acompañamos y la Provincia también. Nosotros venimos acompañando desde la Ciudad todo el plan de austeridad del gobierno, bajando Ingresos Brutos, por ejemplo, que para la ciudad representa un ingreso importante e igual decidimos acompañar el pedido de baja del presidente, como así también la reducción de cargos políticos y la baja de sueldos de todos los directorios.

– Algunos pusieron en debate si la medida era justa o injusta. De hecho, su hermano se pronunció al respecto en sus redes sociales…

– Sí, mi hermano dijo que no estaba de acuerdo pero él no tiene nada que ver con la política, nunca participó en la política y dio su opinión. Pero Mauricio mismo dijo que había casos que podían llegar a ser injustos, pero entendió que la Argentina necesitaba en este momento esa señal.

– ¿Y cree que los intendentes de Cambiemos también tendrían que acompañar esa señal?

– Yo creo que es un tema de cada uno. Diego Valenzuela (intendente de Tres de Febrero) fue uno de los primeros en adherir y tengo entendido que algunos otros también, incluso algunos intendentes que no son de Cambiemos decidieron acompañar la medida. Creo que eso lo tendrá que evaluar cada uno después.