Proyectan aumentos en las áreas sembradas para la próxima campaña gruesa
Desde el Ejecutivo nacional consideran que el retraso en la implantación se debe a factores climáticos.
Desde el Ejecutivo nacional consideran que el retraso en la implantación se debe a factores climáticos.
Fueron más de 5 millones de toneladas de soja y derivados, el volumen más alto desde 2020 y 60% más que el mismo mes del año pasado.
La campaña finalizó con un fuerte retraso, pero con mejores rindes, lo cual compensó la pérdida de área sembrada y este cultivo alcanzó una producción 17,94 millones de toneladas.
El inicio de la campaña 2024 no fue el esperado. Las lluvias impidieron el normal avance de la cosecha y retrasaron la comercialización de la oleaginosa en el mercado interno.
Al panorama de menor producción se le suma la caída en los precios internacionales de los principales productos de exportación del agro argentino.
Hay una reducción significativa en las expectativas de cosecha y así el potencial de soja de primera registró pérdidas de entre 20% y 30% en los cultivos de la zona núcleo.
El golpe de calor en período crítico afecta el rendimiento aún con buen estado hídrico en los suelos. Los cultivos de segunda, o sea los que se sembraron en diciembre, están una situación muy vulnerable.
La soja de primera se encuentra en un "momento crítico" en su proceso de definición de rendimiento. En tan sólo siete días, el área con condiciones de cultivo de muy buenas a excelentes disminuyó del 90% al 65%.
La venta de granos tendría un salto respecto a 2023 de unos US$ 10.000 millones, año que fue severamente afectado por una de las peores sequías.
Con las abundantes lluvias en las principales zonas productivas y con la posibilidad de que incluso pueda haber incrementos en las estimación de cosecha, la campaña gruesa empieza a tomar mayor color y espesor.