La sequía golpea la campaña agrícola de maíz y trigo
Hasta el momento la superficie implantada con maíz es la menor en 6 años. El panorama tampoco es positivo para el trigo, que se comenzó a sembrar en agosto.
Hasta el momento la superficie implantada con maíz es la menor en 6 años. El panorama tampoco es positivo para el trigo, que se comenzó a sembrar en agosto.
Se esperan muy pocas lluvias los próximos meses y ante la llegada del verano el riesgo de incendios forestales se acrecentará. Ante esta situación, se acordaron medidas para reducir este tipo de siniestros.
El estrés hídrico y el calor empeoran "significativamente" las perspectivas negativas sobre los rendimientos de los cultivos y afecta también a la generación hidroeléctrica, a los sistemas de refrigeración y al transporte fluvial.
El país experimentando una segunda ola de calor después de lo que fue el julio más seco registrado. Hay un riesgo "excepcional" de incendios. Restringen el uso del agua.
Los suelos de la provincia de Córdoba, parte del sur de Santa Fe y el noroeste de Buenos Aires muestran niveles de sequía. En la última semana 100.000 ha de trigo pasaron a estar en condición regular a mala.
La estimación de siembra triguera baja de 6,35 millones de hectáreas en mayo a las actuales 6,2 millones; así, la cosecha del cereal alcanzaría los 18,5 millones de toneladas.
Tendrán que demostrar cómo fue su afectación por la sequía. Desde el municipio les facilitarán los trámites administrativos.
“Se llegó a una situación límite”, dijo el subsecretario de Producción. En tanto, mencionó que la cosecha gruesa tendrá bajos rendimientos.
La aparición de focos ígneos enciende la alarma en todo el distrito y atenta contra la evolución de los cultivos. “Estamos previendo la posibilidad de pérdidas ante una menor cosecha”, dijo a LA CAPITAL, el miembro de Coninagro, Mario Raiteri.
Estiman pérdidas por US$ 2.930 millones para la campaña en curso. La falta de agua complica la producción del maíz y la soja, los cultivos más afectados.