Viernes,22 de Noviembre de 2024
Desde el 1° hasta el 15 de enero arribaron a la ciudad más de 4200 unidades. Entre ingresos y egresos, la terminal local registró más de 1200 ómnibus que en la primera quincena del año pasado.
Tal como estaba previsto por la UTA, los micros urbanos de pasajeros retornarán al servicio después de la medianoche. En Mar del Plata los recorridos se normalizarán hacia la madrugada. El paro de 48 horas se sintió en gran parte del país.
La UTA informó que continúa sin haber acuerdo salarial con las cámaras empresarias del sector en el interior del país.
En las boleterías prácticamente no se solicita acreditar estar vacunado, pese a que así lo establece la resolución provincial que entró en vigencia hoy. Sólo algunas empresas de media y larga distancia comenzaron a exigirlo para subir a las unidades, mientras que para otras la medida comenzó a regir con indiferencia.
Lo determinó el Gobierno bonaerense. Las empresas tendrán 180 días para presentar un plan de adecuación.
La medida es impulsada por el delegado regional de la CNRT, Cristian Azcona. Deberá ser convalidada por el Concejo Deliberante. Apunta a centralizar los controles, tanto de las unidades como de los choferes y de los alumnos y sus equipajes para garantizar la seguridad de los viajes.
El sábado y domingo arribaron más de 200 colectivos de media y larga distancia a la Terminal. Las dos formaciones ferroviarias diarias viajan al límite de la capacidad permitida y crece la demanda de pasajes. Destacan el cumplimiento de los protocolos.
La UTA busca impedir que los empresarios suspendan al 30% de los choferes. No circulan los colectivos entre las 22 y las 6.
La protesta de los trabajadores de carga y descarga por su precaria situación laboral mantiene bloqueado el acceso de los micros desde el sábado. Los micros suben y bajan pasajeros en la calle. Irse o llegar en micro a la ciudad se volvió un trastorno.
Trabajadores de carga y descarga continúan por tercer día en el acceso. En pleno enero, los micros suben y bajan a los pasajeros en la calle, frente a las casas de la zona. Reclaman a la concesión y a las empresas una solución para registrar a los maleteros. El malestar es generalizado, para los que llegan y los que se van.
