Historias de Barrio: Los años de furia
Un relato sobre los tiempos quemantes, en los que se persiguen objetivos y progresos, en los que todo parece definitivo e imprescindible.
Un relato sobre los tiempos quemantes, en los que se persiguen objetivos y progresos, en los que todo parece definitivo e imprescindible.
En familia, perfilaron una empresa que prometía ser un batacazo.
Una mujer expeditiva y práctica, un hijo que abandona su esencia. La vida programada de antemano.
Todos queríamos hacer quedar bien al tío Cachi con sus amigos, y nos deshicimos en amabilidades.
Para la tía Elena eran parecidísimos: el galán "franchute" y Martín Mansilla.
No se preguntaban nada, qué se iban a preguntar si estaban todo el día juntos, ya sabían todo el uno del otro, ya no había misterios y las anécdotas para contar estaban agotadas.
Siempre en cama, había dejado de hablar. Ella la cuidaba y mientras tanto reconocía que la vida pende de un hilo pero a veces ese hilo es increíblemente resistente.
En la clase de labor, una pollerita de tenis tejida puso de manifiesto las diferencias.
Un laboratorio alemán no puede sabér de él más que ella: quizá un Señor Caldito calme algunos males.