Jueves,21 de Noviembre de 2024
En la audiencia final del debate, Luis Antonio Fanesi y Sinecio de Jesús Coronado Acurero desconocieron los cargos que les impusieron los fiscales Fabián Celiz y Carlos Fioriti. La sentencia del Tribunal Oral Federal se conocerá el 23 de mayo, luego de que la principal acusada, Silvia Capossiello, pronuncie sus últimas palabras.
Los imputados por delitos que van desde la "trata de personas" hasta el "abuso sexual en el marco de un culto" liderado por el fallecido Eduardo Nicosia hablaron por última vez ante los jueces.
En una nueva audiencia en el Tribunal Federal pudo dar su testimonio el hijo del fallecido Nicosia. La víctima, desde la embajada argentina en Venezuela, relató los tormentos y torturas que sufrieron toda su vida él y sus hermanos.
Por extraño que parezca, dos anormalidades infrecuentes salieron a la luz casi de forma simultánea en Mar del Plata. Dos líderes espirituales que arrastraron a sus seguidores a la indigna vida de la esclavitud. Abusos, explotación laboral, desposesión de bienes, robo de identidad. El pastor Hurtado y el Swami Vivekayuktananda.
El líder de la organización espiritual desarticulada en Mar del Plata y su mano derecha estuvieron detenidos en Venezuela por un monstruoso asesinato. Una historia en la que se cruzan la captación de una seguidora con dinero, el despojo de sus bienes, la esclavitud sexual y el crimen.
Ni en aquellas películas de clase B, acaso las más recordadas en el género de terror por su inclinación a no escatimar excentricidades narrativas, se le ocurriría a un guionista utilizar como señuelo el yoga y como campo de acción un hotel en una ciudad balnearia.
La Justicia Federal tiene la hipótesis criminal basada en testimonios de las víctimas y todas apuntan a un mito de la yoga, al Swami Vivekayuktananda o en realidad a Eduardo Agustín De Dios Nicosia. Y a su entorno. Protagonistas de una historia de terror anclada en Mar del Plata desde el año 1973.
