Sabag Montiel: “Yo quería matar a Cristina y Brenda la quería ver muerta”
El acusado por intento de magnicidio sostuvo un cartel en la audiencia: "Me tienen secuestrado".
El acusado por intento de magnicidio sostuvo un cartel en la audiencia: "Me tienen secuestrado".
Los acusados que llegarán a juicio son Fernando Sabag Montiel, quien disparó sin éxito contra la exvicepresidenta; Brenda Uliarte, su pareja y presunta coautora del delito; y Nicolás Carrizo, el jefe de los vendedores de 'los copitos'.
En "Muerta o presa", Irina Hauser presenta las múltiples piezas del complejo y oscuro rompecabezas en torno al intento de asesinato y por el que tres personas fueron enviadas a juicio oral.
Las personas que quedaron bajo sospecha son aquellas a las que Carrizo tenía agendadas en su celular como "Joa" (Joana Colman) y "Jony White", con quienes mantuvo conversaciones vinculadas a la ataque fallido contra la dos veces expresidenta, según fuentes judiciales.
La querella solicitó a la justicia una serie de medidas de prueba, entre ellas la indagatoria de otro joven que vendía copos de azúcar.
El equipo de abogados que representa a la Vicepresidenta aportó un dato sensible al expediente vinculado con un posible nexo de Carrizo y solicitó que sea investigado en un legajo reservado.
El aporte de una pistola distinta a la utilizada en el fallido atentado contra Cristina Fernández de Kirchner y los mensajes en los que se refiere a la planificación del hecho complicaron la situación del denominado jefe de "los copitos".
El imputado declaró durante tres horas y solo respondió preguntas de su abogado, Gastón Marano. Es el cuarto detenido por el intento de magnicidio a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Estos mensajes se conocieron durante una jornada en la que se concretó una cuarta detención en la causa por el intento de magnicidio. Se trata de Nicolás Gabriel Carrizo, señalado como integrante del grupo conocido como "los copitos", llamados así porque simulaban vender copos de nieve de azúcar en las cercanías de la casa de la Vicepresidenta.
El funcionario provincial resaltó la gravedad de los hechos y rechazó la idea de que el agresor fuera "un loquito suelto"