La ceremonia, con algunos picos de emoción e identificación popular
Larga y tediosa por momentos, pero con sorpresas, sofisticación, la aparición de una auténtica Garota de Ipanema que hizo cantar a todo el Maracaná, y el fuerte simbolismo que representa para cada delegación que desfiló. El maratorista Vanderlei de Lima encendió el pebetero.