El juicio contra el exjefe de la Policía Departamental, el comisario mayor Christian Marcozzi acusado de haber golpeado a un detenido en un hotel alojamiento, se encuentra suspendido a la espera de que la Cámara de Apelaciones resuelva si la causa se puede resolver con la suspensión de juicio a prueba.

Marcozzi, al igual que el teniente primero Walter Osvaldo Almaraz, están imputados por “severidades y vejaciones sobre personas bajo su guarda e incumplimiento de los deberes de funcionario público en concurso ideal”, por haber golpeado, mientras estaba esposado, al colombiano Sergio Andrés Franco para que diera información de unos celulares robados y el dinero obtenido.

El juicio debería haber iniciado a principios de octubre en el Juzgado Correccional N° 4, a cargo de Pedro Hooft. En un primer momento, el abogado defensor de Marcozzi, Osvaldo Verdi, había solicitado resolverlo con una suspensión de juicio a pruebo, lo que fue rechazado por el fiscal Juan Pablo Lódola, ya que por ser funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones es improcedente resolver la causa de esa manera.

El juez Hooft acompañó el planteo del fiscal y rechazó los argumentos de la defensa. Está claro que la imputación a Marcozzi se enmarca justamente en el abuso de sus funciones cuando era jefe de la Policía Departamental, por lo que el delito está directamente relacionado a su cargo.

El abogado defensor particular del comisario mayor apeló la resolución de Hooft y llevó el planteo a la Cámara. Ante esta situación fue que el titular del Juzgado Correccional N° 4 decidió suspender el debate, ya que consideró que no se puede comenzar con el juicio sin saber lo que resuelve la Cámara.

Mientras las partes están a la espera de la resolución de la Cámara la Justicia continúa en la búsqueda de la víctima del caso, el colombiano Sergio Andrés Franco, quien no puede ser hallado a pesar de los esfuerzos de la Policía Federal por ningún lugar.

Ante esta situación de desconcierto, la Fiscalía N° 12 emitió un edicto judicial que fue publicado en el diario LA CAPITAL, y otros medios nacionales, en el que insta a Franco a que se presente en la fiscalía para ser parte del juicio por una causa de “apremios ilegales” contra quien era el jefe de la Policía Departamental de Mar del Plata.

Edicto judicial para dar con Franco publicado en LA CAPITAL.

Fuentes judiciales consultadas por LA CAPITAL explicaron que según la investigación realizada por la Policía Federal para dar con Franco, no hay constancias que haya salido del país, lo que era una posibilidad por ser de nacionalidad colombiana, por lo que se desconoce el paradero de quien es la víctima de una causa gravísima por violencia y excesos cometidos por la máxima autoridad de la Policía Bonaerense en la ciudad.

En el caso que Franco no aparezca, el juicio se podría desarrollar igual y sus declaraciones podrían ser incorporadas por lectura.

Apremios ilegales en un hotel alojamiento

El 22 de enero de 2020, cerca de las 15 el conserje de un hotel alojamiento ubicado en Gascón al 2000, al llegar a su trabajo encontró en la vereda a tres policías que hablaban con mujeres, quienes aseguraban que le habían robado los celulares y que uno de ellos figuraba por GPS que se encontraba dentro de ese establecimiento desde las 7 de la mañana.

El encargado del hotel alojamiento revisó el libro de clientas y chequeó que a las 7 de la mañana había ingresado una pareja a la habitación 201, por lo que llamó al cuarto para decirles que la policía estaba presente por un celular robado. Sin embargo, una mujer respondió que no tenían nada que ver.

Tras esta situación, se activó una alarma interna que indicaba que habían salido los clientes de la habitación 201 y se habían ido a la 204. Al concurrir el conserje a la habitación, observó a un hombre y una mujer, quienes le entregaron un celular y le dijeron que lo habían “encontrada en la playa”. El conserje, se dio cuenta que en la mochila que llevaban había otros tres celulares.

Tras esta situación, el conserje del hotel, como autoridad del lugar, autorizó a los policías que estaban en la vereda a que ingresaran a la habitación de los sospechosos, donde detuvieron a Sergio Andrés Franco. A los pocos minutos, llegó al lugar el por entonces jefe de la Policía, Christian Marcozzi, quien se presentó ante el conserje, le dio la mano y le pidió un lugar “privado” para hablar con el detenido.

Los policías pasaron al sector del garaje lindero a la conserjería y le solicitaron al trabajador que los dejara solos con el detenido. Ante esta situación, el trabajador comenzó a grabar con su celular y esas imágenes se harían luego virales y serían fundamentales como prueba para iniciar la causa.

Según se pudo ver en el video, el jefe policial y, presumiblemente el teniente primero Almaraz, -hay otro policía en escena pero se lo observa no intervenir pero tampoco oponerse- comienzan a sacarle información a Franco, que se encuentra sin remera y esposado con sus manos en la espalda, de una manera abusiva: se escucha a Marcozzi decir frases como “Vos estás vendiendo celulares”, “A qué local le vendés” o “Dale, dale que te voy a romper todo”. También cuando el detenido dice que robaba por necesidad, Marcozzi lo agrede y le dice “qué necesidad la concha de tu madre”. Finalmente mientras el otro policía golpea al detenido y éste se queja, Marcozzi le dice “no grites, no grites… shhhhh!”

En la secuencia se ve que el policía de civil golpea en el rostro al colombiano detenido y luego Marcozzi le retuerce la oreja, el pezón y en el final del video se lo ve golpeando con un guante de goma.

Si bien aún no se realizó el juicio contra Marcozzi, la Auditoría General de Asuntos Internos del ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires abrió un sumario para investigar el caso lo desafectaron de su cargo, le retiraron el uniforme y el armamento provisto por la fuerza.

Al año de ser desafectado Marcozzi, asumiría como jefe de la Departamental el comisario mayor José Segovio, quien fue protagonista de un escándalo de corrupción que provocó una especie de cataclismo en la estructura de la Policía Bonaerense y por el cual aún hoy continúa detenido, acusado de liderar una banda compuesta por policías en servicio, expolicías, un cambista y otras personas dedicada a recaudar dinero de “arbolitos” y desviar investigaciones en casos de robos calificados, entre otros delitos.