Sudáfrica prohíbe a su federación de rugby organizar torneos internacionales
Es por incumplir los objetivos de promoción de jugadores negros en los Springboks. La medida también alcanza al atletismo y el críquet.
JOHANNESBURGO, Sudáfrica.- El Gobierno sudafricano prohibió a las federaciones de rugby, atletismo y críquet presentar candidaturas para albergar competiciones internacionales por incumplir los objetivos de promoción de jugadores negros en sus selecciones.
Según anunció hoy el ministro de Deportes, Fikile Mbalula, la medida será reconsiderada decisión el año que viene, cuando se conozcan los resultados del Barómetro de Transformación en el deporte de la temporada 2016/2017.
La promoción de jugadores negros en los equipos nacionales de deportes tradicionalmente blancos como el rugby o el críquet es una prioridad para el Gobierno de Sudáfrica desde la caída del régimen segregacionista del apartheid en 1994.
La escasa presencia de jugadores negros en la selección de rugby, los Springboks, en el Mundial de 2015 -22 de los 31 seleccionados eran blancos- provocó fuertes críticas de diversos sectores sociales y políticos.
Estas voces acusaron al entonces seleccionador, Heyneke Meyer, de racismo, y a la federación de falta de interés en promover el rugby entre la mayoría negra del país, que supone un 80 por ciento del total de la población.
Los Springboks son un elemento importante de la identidad de los blancos sudafricanos, particularmente del pueblo afrikáner.
Las categorías infantiles y juveniles del rugby en Sudáfrica están a menudo dominadas por mentalidades conservadoras que, a juicio de algunos observadores, hacen difícil el acceso de jugadores negros.
La popularidad de los Springboks en la Sudáfrica blanca fue utilizada por Nelson Mandela para ganarse la confianza de la minoría de origen europeo durante el Mundial de 1995 disputado en el país austral, que los anfitriones acabaron ganando.
La actitud de Mandela provocó un fenómeno desconocido de entusiasmo con los Springboks entre la población negra, hasta entonces hostil a un equipo identificado con la dominación racista.
Los Springboks -y las federaciones sudafricanas del resto de deportes- sufrieron durante los años del apartheid un boicot internacional que les privó de participar en citas internacionales.