Subcomisario se tiroteó con ladrones que lo asaltaron y fue herido de bala
El policía no se encontraba de servicio y circulaba por calles cercanas al barrio Centenario cuando fue atacado por delincuentes. Recibió un disparo en una mano y le robaron el arma reglamentaria.
Un subcomisario fue herido de bala durante un tiroteo que mantuvo con delincuentes que lo asaltaron en las inmediaciones del barrio Centenario.
Se trata de un policía que presta servicio en la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) local pero que al momento del hecho se encontraba de licencia.
Como consecuencia del enfrentamiento, sufrió un balazo en una mano y debió ser internado en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) y luego en la Clínica de Fracturas, donde lo operaron.
Todo comenzó pasadas las 15 de este jueves, cuando el policía circulaba a bordo de su motocicleta por las calles Cabildo y Chile. Según pudo saber LA CAPITAL, en esa zona vive un amigo suyo con quien había programado una visita.
Por motivos que son materia de investigación, fue en ese momento que delincuentes que circulaban a bordo de un automóvil marca Chevrolet Cruze, lo sorprendieron y lo amenazaron con armas de fuego para robarle. De inmediato, la víctima se identificó como policía, extrajo su arma reglamentaria y se inició un tiroteo.
Durante el enfrentamiento, el subcomisario recibió un disparo en una mano. Luego, los ladrones -habrían intervenido al menos tres- le sustrajeron su pistola marca Bersa y escaparon en el rodado, que tenía el vidrio trasero astillado por uno de los balazos.
En cuestión de minutos, el herido dio aviso a sus colegas y fue asistido por ellos. Poco después, lo trasladaron al HIGA, donde los médicos constataron que estaba fuera de peligro pero que había sido alcanzado por un proyectil y debía ser intervenido quirúrgicamente.
Mientras tanto, la policía de toda la ciudad era notificada de lo ocurrido con vistas a buscar y hallar el automóvil en el que circulaban los agresores, descripto por la víctima en su primera declaración. Menos de una hora después del hecho, el vehículo apareció abandonado en Vértiz y 234.
Conforme dejaron trascender los investigadores, el rodado tenía dos impactos de bala y varias manchas de sangre, por lo que no se descarta que uno de los delincuentes también haya resultado herido durante el tiroteo. Además, al analizar las características del automóvil, los uniformados descubrieron que era robado: tenía pedido de secuestro activo de la comisaría decimosegunda desde el 20 se octubre pasado y presentaba la patente adulterada.
El fiscal Leandro Arévalo fue notificado del hecho y comenzó una investigación para identificar y detener a los delincuentes. En ese marco, en los próximos días se realizarán peritajes para establecer si existen huellas o pistas dentro del vehículo que permitan establecer quiénes fueron los autores del asalto y el ataque.
Entre esas medidas, se analizarán, por ejemplo, las manchas hemáticas, lo cual a través de un cotejo de material genético podría servir determinar los nombres de los delincuentes. Y el fiscal Arévalo aguarda también por la declaración formal de la víctima, a quien entrevistará no bien su estado de salud le permita hacerlo, para conocer en detalles su versión del hecho.