El delegado regional de la Defensoría del Pueblo bonaerense, Rubén Cuevas, advirtió que los reclamos vinculados a las prestaciones de salud y al aumento de las tarifas de luz y gas lideran el listado de quejas que reciben en la oficina local. Según él, los números dan cuenta de un “deterioro en las áreas sociales”, que incluso comienza a percibirse en otros ámbitos como el de la educación.

“A nivel provincial, las estadísticas de 2017 indicaban que, en promedio, cerca del 33% de los reclamos que se recibían en la Defensoría del Pueblo estaban vinculados a los servicios públicos. En Mar del Plata, puntualmente, salud y servicios públicos son los que están a la vanguardia”, indicó Cuevas a LA CAPITAL al tiempo que aseguró que, en lo que va del año, la tendencia se mantiene.

En lo que respecta a la salud, el defensor destaca que “Ioma está a la cabeza de los reclamos”, con consultas diarias y, en su mayoría, “urgentes”.

“Muchas consultas son por falta de medicación para tratamiento oncológico, otras por falta de autorización para una práctica urgente o, incluso, por la falta de entrega de instrumentos elementales para dicha práctica. En algunos casos, la gente tiene que recurrir a la compra pero después tienen problemas con los reintegros”, aseguró.

Para Cuevas, el aumento constante de números de quejas habla de un “deterioro en las áreas sociales”, que se ve profundizado con los reclamos que alcanzan a las prestaciones privadas. En este sentido, Cuevas advirtió que, a diferencia del año pasado, los inconvenientes con las prepagas fueron en aumento. “Antes los reclamos era por el sistema público de salud, pero el problema va creciendo y se suman otros actores que antes no estaban, como las obras sociales privadas”, anticipó.

El panorama que describe el defensor se agrava ante la imposibilidad de algunos usuarios de pagar los nuevos aumentos tarifarios de luz y gas. Según señaló, “la gente llega con los avisos de corte diciendo que no pueden pagarlos, como tampoco llegan a cubrir un plan de pago”. Y destacó: “No hay que olvidar que la falta de suministro eléctrico, algo que no es para nada infrecuente, en muchas zonas también conlleva la falta de agua”.

Por otra parte, Cuevas señaló que, además de los reclamos por inconvenientes con las empresas de salud privadas, otra “novedad” que comenzó a percibirse en la Defensoría fueron “las quejas por la educación”.

“La transformación que se llevó en los bachilleratos para adultos llevó a que algunos todavía no hayan empezado. Desde la Defensoría sostenemos que no pueden iniciarse esos procesos a pocos meses de iniciarse las clases, porque se tratan de cambios profundos que afectan al alumno y al docente”, advirtió y agregó que “los números de reclamos muestran que no han sido prolijos”.