El seleccionado argentino masculino de hockey sobre césped, Los Leones, deja hoy Mar del Plata después de una estadía de 15 días, en el marco de una exigente puesta a punto para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. El equipo se alojó en el Hermitage Hotel y entrenó a diario en el estadio sintético Panamericano y en otros escenarios. Ayer, casi como una despedida de la ciudad que adoptó como propia, el entrenador del equipo, Carlos “Chapa” Retegui, estampó sus manos en la Plaza Panamericana, como uno de los atletas locales que defendieron los colores “albicelestes” durante la gesta histórica de 1995.
“Es para mí un honor y un orgullo poner mis manos en esta plaza panamericana y acompañado nada menos que por Nora Vega. Los Juegos representaron un espectáculo inolvidable y mis recuerdos son los mejores. Agradezco al Emder, a los funcionarios y no quiero olvidarme de los voluntarios de 1995, porque fueron el motor para que nuestros Juegos hayan sido considerados los mejores de la historia”, dijo Retegui antes de inmortalizar sus manos en el cemento. Y por cierto, también le dedicó un aparte a LA CAPITAL:
-¿Cuáles son las conclusiones después de esta concentración, la segunda del año en Mar del Plata?
-Sí, es cierto, estuvimos durante enero y febrero y ahora sumamos otras dos semanas completas. El balance es sumamente positivo desde el trabajo y también es oportuno agradecer. A la gente del Emder que nos ayudó con la cancha, al gimnasio del Patinódromo que nos dieron, al Hermitage Hotel y su personal, unos fenómenos, que nos trataron de maravillas y a otro gimnasio que nos prestaron. Los chicos entrenaron en forma espectacular y nos vamos muy contentes y orgullosos con los avances en estas dos semanas. Se notó un cambio importante, especialmente desde la actitud.
-¿Trabajaron sin descanso en jornadas de tres y cuartos turnos?
-Sí, programamos días de triple o cuádruple turno, con gimnasio, arena, en Varese y El Torreón, cancha y pileta. Sólo tuvieron libre el último domingo y por eso llegamos casi a 60 entrenamientos en 15 días. Los jugadores tuvieron la mejor predisposición y podemos decir que tenemos una preparación óptima de cara a algo tan importante como los Juegos Olímpicos.
-Pese a que no hubo sol, ¿el clima los trató bastante bien?
-Sí, espectacular. Mar del Plata es una ciudad hermosísima. Teníamos una invitación de la Universidad de Cincinnati para hacer esta concentración en Estados Unidos. Dudamos un poco por el frío marplatense pero al final nos decidimos a venir. Tuvimos fe y por suerte no nos equivocamos. Los chicos también querían venir a Mar del Plata y logramos el objetivo de una preparación de mucho volumen. Pudimos mejorar, los jugadores se sintieron cómodos y nos quedan dos meses antes de los Juegos.
-¿Cómo sigue la preparación?
-Ahora continuamos dos semanas en Buenos Aires. Después nos vamos cuatro semanas a España. Entrenamos once días en la Universidad de Alicante y después jugamos un Torneo Seis Naciones en Valencia, con todos equipos clasificados para los Juegos. Volvemos para las últimas tres semanas a Buenos Aires y ya nos vamos a Río. Esperamos llegar de la mejor manera a la hora de la competencia.
-¿Con cuántos jugadores trabajaste en Mar del Plata?
-Vinieron 22 jugadores y vamos a ir con el mismo plantel a Alicante. Ahí “cortamos” a dos que se vuelven a Buenos Aires, y después del Seis Naciones daremos la lista definitiva de 18 que van a ir a Brasil.
-Desde afuera dicen que los marplatenses nos apropiamos de deportistas que no nacieron acá. Es un poco tu caso, ya que naciste en San Fernando, aunque ¿te sentís marplatense?
-En realidad, la ciudad no se apropió de mí. Yo me hice marplatense de alma, cuando me vine a vivir acá, a los 14 años. Amo esta ciudad y está claro que cuando termine de trabajar en la alta competencia voy a volver a vivir en Mar del Plata. Creo que la mayoría de los que vienen un tiempo a vivir acá, terminan quedándose definitivamente. ¿Cómo no te va gustar? Si es una ciudad que tiene todo. Soy marplatense por adopción, de alma y para siempre.