“Somos un buen grupo y lo tenemos que convertir en un buen equipo”
Federico Marín, la voz de la experiencia del nuevo Peñarol. El experimentado alero aseguró que el verdadero potencial "milrayitas" se podrá valorar con el plantel completo. Pero se ilusiona con el compromiso de todos para entrenar.
Federico Marín aseguró que jugar la Liga, cerca de Olavarría y otra vez con Leandro Ramella, lo decidieron para aceptar el ofrecimiento de Peñarol.
Una nueva temporada de Liga Nacional de básquetbol, con el preliminar Torneo Súper 20, está por comenzar. Peñarol, muy renovado en relación al último certamen, está nuevamente en la grilla de partida. Federico Marín, uno de los refuerzos, también y por vigésimo primera vez. “Quiero aprovechar esta oportunidad porque sé que no me queda mucho más hilo en el carretel y deseo exprimir lo que me queda por jugar”, le aseguró a LA CAPITAL.
-¿Cómo valorás este regreso a Mar del Plata?
-Estoy contento de poder seguir en competencia en un equipo de Liga con la historia que tiene Peñarol. Sabiendo mi pasado en Quilmes, me estoy acostumbrando y conociendo a la gente del club y a mis compañeros. Me siento muy feliz de poder seguir haciendo lo que más me gusta, que es jugar al básquetbol.
-Hablabas de tu pasado, ¿cómo te recibieron los hinchas de Peñarol, que te dicen por la calle, y qué te comentaron los de Quilmes?
-Llego, entreno y me voy a casa. El tiempo que tengo libre trato de aprovecharlo para descansar. Seguramente mi decisión no le gustó a mucha gente de Quilmes, pero esto era trabajo y mi familia está por sobre todas las cosas, incluso también sobre el básquet. Mi idea original para este año fue la de quedarme en Olavarría. Pero como en Estudiantes no sabían si iban o no a continuar en la Liga Argentina, me parecíó que jugar en un equipo como Peñarol era una buena oportunidad para seguir en la máxima categoría y al mismo tiempo estar cerca de mi familia. El entrenador que me quería, además, era Leandro Ramella, ya lo conocía y me siento cómodo jugando con él. Eran muchos factores y esta decisión la tomé muy seguro.
Algunas cosas te sirven para abrirte los ojos. Había gente de Quilmes que yo consideraba amiga que me ha eliminado de sus grupos de contacto. Pero siempre miro el lado positivo de las cosas: no hay mal que por bien no venga, esa gente no se merecía estar en mi entorno. Otros, en cambio, aceptaron mi decisión con respeto. En cuanto a la gente de Peñarol, la cuestión será ir ganándome su confianza día a día. Será una relación que tendré que ir trabajando.
Federico Marín con LA CAPITAL tras la práctica que Peñarol realizó este martes.
-Hablabas del hilo del carretel, de que no te queda mucho, pero noto ese deseo de terminar tu carrera en Olavarría, ¿es así?
-Aspiro a volver a jugar a casa, en Olavarría, cerca de mis hijos y de mi mujer. Pero aprendí a no hacer más futurología. Siempre que me propuse alguna cosa por el estilo para el año siguiente, algo se torció. Entendí que en la vida las cosas muchas veces cambian de un día para el otro. Lo tengo como un objetivo a largo plazo, pero hoy pienso en Peñarol, en esta temporada y en exprimir al máximo todo eso que me queda.
-No te gusta la futurología, ¿pero qué pensás que podemos ver del equipo?
-Todavía falta para conformar este equipo, Falta un extranjero, que sabemos quién es y más o menos cómo juega, pero al que todavía no conocemos. Y tenemos dos fichas libres todavía que son una verdadera incógnita. Puede venir un jugador que nos potencie y nos ilusione con pelear con los ocho o diez primeros y ser competitivos. O no. A mí me han pasado las dos cosas. Cuando regresé de Italia para jugar en Estudiantes de Olavarría, todo el mundo nos daba como los grandes candidatos al descenso y llegó “Toñito” García y nos potenció de una manera que terminamos siendo el equipo revelación. Años después, en La Unión de Formosa, fuimos segundos de la Liga de las Américas y a la temporada siguiente, en teoría, mejoramos el equipo con las llegadas de Nico Gianella, Nico Lauría -que venía con buenos antecedentes de Peñarol-, Juan Ignacio Brussino, Kyle Lamonte y renovamos a Greg Lewis. Era un gran plantel y terminamos jugando play-out. Por eso no me gustan los pronósticos, lo que sí puedo decir es que hay muchas ganas de progresar. Este es un equipo joven y con mucho compromiso. Llego media hora antes a la práctica y ya están casi todos tirando y todos se quedan a hacer algo más después de hora. Hay un lindo grupo de trabajo y se entrena en un buen clima. Es un factor muy importante para luego conformar un buen equipo. Hoy somos un buen grupo y lo tenemos que convertir en un buen equipo. Estamos trabajando mucho y me entusiasma.
-Peñarol tiene mucha historia, pero hace varios años que pelea abajo. ¿Es un desafío para el grupo ponerlo en play-offs?
-Es uno de los objetivos, sin lugar a dudas. Pero antes tenemos que terminar de conformar el equipo. Ojalá que podamos lograrlo y luego dar una sorpresa.