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Opinión 24 de octubre de 2017

Sólo Arroyo no se enteró que ganaron Vilma y el Cambio

por Gerardo Gómez Muñoz

Una vez más el intendente Carlos Arroyo con la soberbia que lo caracteriza y el cinismo con que quiere apoderarse de bienes ajenos, salió a proclamar que su gestión de gobierno posibilitó el apabullante triunfo de Vilma Baragiola. Nunca se atrevió a tanto, porque, además, enfatizó que con la mayoría propia en el Concejo Deliberante logrará los votos necesarios para el apoyo de sus proyectos (?) y destacó el contacto fluido que mantiene con la gobernadora.

Tal vez sea porque hace rato que no se ven y con Macri vaya a saber si se conocen. En la noche triunfal en el búnker de Cambiemos, resultaba risueño su infantilismo por asomarse a alguna de las fotos con que la prensa iluminaba incesantemente el rostro feliz y sonriente de Vilma. Tampoco podía la impudicia política de este auténtico sobrepeso de los triunfadores una mentira insultante sobre su presunta relación inmejorable con la cabeza de la boleta de concejales, cuando hace pocos días que cesanteó, precisamente porque eran del equipo de ésta a dos de sus colaboradores en la Secretaría de Desarrollo Social. Antes, y al día siguiente de ser rechazado por la gobernadora, un listado de candidatos a concejales manipulado por el presumido Arroyo le había exigido la renuncia a nada menos que el histórico secretario privado de Baragiola, Walter Allo. Y hay que estar atentos porque es moneda corriente en las cercanías de los despachos centrales del intendente y de entorno político parental, que había otros allegados a la vencedora que “estaban en carpeta”.

Tal vez superadas las somnolencias de la noche agitada donde además tuvo que hilvanar mentiras que no se desdigan una a la otra, haya tomado cabal conciencia de que la auténtica vencedora ayer, en la elección local, fue su enemiga Vilma Baragiola. Consiguientemente, convendría que no vuelva con el delirio de su posible candidatura a la reelección, debido a su “exitosa gestión”. Sería interesante que alguno le haga saber a él que siempre practicó en los partiditos paramilitares que comandó la fácil designación con el dedo erguido y la voz de mando, que en La Plata, no es así, pero las candidaturas surgen de una rígida calificación y la de él tiene méritos sobrados para la jubilación.

No hablan de un final de AM

Acción Marplatense hizo la peor elección desde que se fundara, hace ya 20 años. Por primera vez en una instancia crítica no fue candidato Gustavo Pulti. Sin embargo, puertas adentro, nadie le tira tierra a Artime por su performance. Creen que las cosas salieron pésimas por varios motivos. Las deserciones, traiciones y defecciones hicieron su aporte a la hemorragia que los dejó sin sumar concejales.

Por otro lado, la polarización nacional vibró tensamente en las urnas y la boleta corta del Partido de la Ciudad sólo fue prioridad para muy poca gente. Amén de los cascotazos que Arroyo lanzó sobre sus antecesores en el gobierno municipal, en los comienzos de la deslucida gestión de 2015 que ahora ve despejado su camino con los votos obtenidos por Baragiola, los dos factores enunciados, dicen en AM, les jugaron una malísima pasada.

El futuro tiene ahora varios interrogantes: ¿intentarán solos de nuevo en 2019? En ese caso, ¿será con Pulti, con Artime o con algún tapado? ¿Habrá política de alianzas? Todas son preguntas ahora, y lo que no tiene signos de interrogación está regido por nubarrones.

Bonifatti no fue el mariscal de la derrota, pero sí fue el artífice de las más reprochadas conductas: se fue, perdió la interna y no integró las listas. Juan Rey se sacó fotos de campaña con Raverta en lugar de hacerlo con Artime, quien le ganó la PASO en buena ley y encima aportó fiscales para Ciano con quien antes, en tiempos en que ambos eran pultistas, se mataban.

“Los votos que se llevó Juan Rey o que retaceó Bonifatti eran los que precisábamos para meter concejales, espero que este muchacho no venga ahora con aires de salvador porque tiene mucho que ver con el mal domingo que tuvimos”, decía, dolido, uno de los que se jugó la vida por Artime.

Satisfacción en Unidad Ciudadana

El crecimiento del 5,23 por ciento (logrado el 26,76) en la lista de concejales encabezada por Marcos Gutiérrez con la frutilla en la torta que significó el cuarto concejal a través de la joven ex funcionaria del Anses María Virginia Sívori, fue la oportunidad de un merecido festejo en un marco de general congoja por la derrota de Cristina.

Es también para destacar que había sido la meta que se fijó la entusiasta militancia y llegó a 5,23 por ciento más que en las PASO para sumar un 26,76 por ciento final. Pero lo de “Cambiemos que creció 6,70 con el “huracán” Vilma y pasar de 41,95 a 48,65, golpeó fuerte y algo menos dolió porque el aluvión fue general.

Lo sucedido en la boleta de Cristina en la que lo ganado con respecto a las PASO fue sólo 3,34 por ciento, menos que en la de concejales. Pero los números habida cuenta de la actuación del massismo y de la irrisoria cifra, ni el 5 por ciento, de la gente del insólito Randazzo que hasta perdió en su pequeña cuna de Chivilcoy, la ponen a UC casi duplicando a sus presuntos adversarios de otras ramas peronistas.

Ahora habrá que ver cómo queda el espacio cristinista que también, desde el PJ y otros sectores, en la misma y doliente noche del domingo ya comenzaban a mascullar “si creen que vamos a sumarnos a este juego de llevar como candidata a intendente a Fernanda Raverta que no cuenten conmigo”.

El vino de la derrota es amargo siempre, por más que el de verdad campeando en la mesa era de los buenos. Por más enojos que lleguen desde la otra vereda, la gente de Raverta, Chucho Páez, José Luis Zerillo y otros espacios asociados mostraron que puestos ha militar son de fierro, como que se aguantaron el “Huracán” Vilma y también mostraron lo suyo. Hubo uno que fue categórico en su optimismo “viene el ajuste salvaje de Macri y le va a faltar plata a Vidal para parar el malestar y está de nuestra parte Arroyo que es un pato criollo y encima habla”.

Salió rengo del forcep

Fue ingenioso Fernando Maraude al asegurar “no ganamos ni perdimos, nacimos”, en realidad nacieron con forcep y una patita, por lo menos, le rompió el elemento que ayudó al parto. Nacer con la documentación del PJ, quedarse con el sello, tener la bendición empresario mediático chivilcochino, sacar escasos votos en las prelminares, quedar a merced de la izquierda es como para pensar si fue un ensueño, una ambición o un mandato, es a todas luces un nacimiento que apunta a no caminar mucho si no es con las andaderas que le preste Sergio Massa, o un compoblano….

Gran mérito mérito del FR

La pelearon hasta el último día y sin aliento del jefe Sergio Massa que a duras penas trataba que su caída no aplastara a los suyos. Con el evidente apoyo del gremio gastronómico que cuidaba a su carta principal que es Mercedes Morro y con el intenso trajinar de Ariel Ciano y la asistencia de Juan Curutchet con diversas dificultades y la certeza de que no llegaba a una nueva senaduría, se llegó a coronar en la meta a dos concejales. Muy especial mérito a la doble tarea de Morro que peleaba defendiendo sus compañeros azotados por los despidos y caídas en el negocio de la gastronomía y se desdoblaba para recorrer los barrios y otras zonas de la ciudad.

Bienvenida la izquierda

El frente de izquierda orilló no muy cerca de la primera concejalía en la ciudad, pero dejó el último puesto, para Acción Marplatense. Ahora que la izquierda marxista plenamente legalizada y reconocida en la ciudad hasta llegar al 5 por ciento de los votantes, con la seguridad de que no cejarán en la defensa de los derechos de los de abajo, logren la autoridad de una izquierda del sistema que nos garantiza la vida y los derechos esenciales, para por ejemplo ponerle frenos a los enemigos del sistema que pretendieron noches pasadas asolar la ciudad, atacaron la Catedral, quisieron invadir Canal 8 y quemar el Palacio Municipal, por ejemplo…, y algunos tenían carteles de ciertos partidos integrantes del frente. Santiago Maldonado, seguramente tampoco estaría de acuerdo.