Sin dudas, y más allá de los méritos y las muy buenas declaraciones de todos los integrantes del panel, quien concitó la mayor atención durante la presentación, y vaya si se justificaba, fue sir Jackie Stewart. Este pequeño gran hombre, de apenas 1,63 metros y 82 años, autografió los casos que utilizaba el célebre piloto de Balcarce, y dejó numerosas frases para el recuerdo, las cuales honraron la memoria de Juan Manuel Fangio y su mutuo aprecio y amistad.

El escocés recorrió la costa marplatense y casi no podía creer cuando le mostraron parte del viejo circuito de El Torreón, escenario del primer triunfo internacional de Fangio, en 1949. Y un rato más tarde, se sacó fotos abrazado con el busto del quíntuple, en Boulevard Marítimo y Urquiza, inaugurado en 2019. A continuación, parte de lo que dijo el tricampeón mundial:

El anfitrión, Florencio Aldrey, saluda al escocés Jackie Stewart en su arribo al NH Gran Hotel Provincial.

* “Es un gran honor para mí estar aquí en Argentina, por el homenaje al mejor piloto de toda la historia y mi gran héroe. He intentado parecerme a él por la forma en que hacía lo suyo, con tanta dignidad y estilo. Tienen mucha suerte de que su país haya estado representado de tal forma. Fue un ejemplo de comportarse dentro y fuera de la pista y tengan por seguro que, dentro del deporte motor, son pocos los que pueden decir eso”.

* “Este homenaje está más que justificado por todo lo que representó Juan. Estoy muy feliz por ser parte de todo este gran movimiento”.

* “Cuando Fangio murió, yo estaba jugando al golf en un evento de caridad en Gran Bretaña. Me avisaron y me apuré para conseguir un avión que pudiera traerme con tan poco tiempo. Vinimos con Stirling Moss y, pese a algunos inconvenientes con la niebla que obligaron a una parada en Brasil, llegamos justo a tiempo. Haber podido estar ahí fue uno de los momentos más importantes de mi vida”.

* “El mundo lo reconoce tanto no solo por sus logros deportivos, sino también y sobre todo, por su grandeza, siempre tan modesto y tan humilde. Tiene que estar orgullosos de que un hombre tan fantástico haya nacido en Argentina. El resto del mundo siente lo mismo”.

El tricampeón mundial Stewart firmó un casco de Fangio,

* “Para mí, Fangio fue el mejor corredor de todos los tiempos. Aquella carrera en Nurburgring, en 1957, donde les ganó a todos en el autódromo más difícil, con 147 curvas en cada vuelta, es una prueba irrefutable. Ese es el hombre del que yo estaba orgulloso y con quien mantuvimos una amistad muy estrecha, una gran relación. Y que no tenía idioma, porque ni yo podía comunicarme en español ni él en inglés. No importaba. Tenía tanto encanto que no era necesario explicar nada. Fue el mejor hombre con el que forjé amistad en el automovilismo”.

* “En 1964 corrí mi primera carrera fuera del Reino Unido, en Montecarlo, en la Fórmula 3. Tuve la fortuna de ganar y lo primero que vi cuando frené y me saqué el casco fue una mano que me venía a saludar y felicitar. Era Fangio. No lo podía creer. Fue un momento emocionante”.

* “Varios de los grandes pilotos de su época y de la mía, también amigos, murieron conduciendo autos de carrera. Fangio no. Y tampoco yo. Hemos sido afortunados. Pero nadie ha llevado su vida deportiva con tanto estilo como él. Nadie puede acercársele. Para mí, todavía sigue vivo y es un gran ejemplo. Su espíritu sigue tan fuerte como nunca. Aún hoy, ante situaciones de incertidumbre, me pregunto: ‘¿Qué hubiese hecho Fangio?'”.

* ¿Qué me enseñó Fangio como piloto? A ser suave para conducir. A no exagerar nunca. Y a encontrar los mejores mecánicos. Era un maestro en eso también. Tenía un arte para encontrar las mejores personas y para no dejarlas ir. Elegía las personas correctas para que permanecieran con él”.

* “Además de Fangio, el número uno indiscutido, en el top-3 histórico incluiría a Jim Clark y a Alain Prost, de los pilotos modernos, quizás el más parecido a Fangio, porque Ayrton Senna era más agresivo en su manejo”.

* “Fangio era muy inteligente. Pasó por Alfa Romeo, Maserati, Ferrari y Mercedes Benz, siempre buscando el mejor auto para ganar. En ese sentido, Stirling Moss, que también era un piloto excepcional, siempre quería correr en autos británicos. Y eso le costó no haber ganado nunca un campeonato mundial. Le faltó esa astucia que a Fangio le sobraba. Porque muchas veces, el control de la mente es más importante que seguir el mandato del corazón”.