“Tenemos un cariño muy particular con la ciudad donde arrancó esta aventura teatral y nos hizo ver que este proyecto podía funcionar en el teatro al igual que en la tele” reconoce Yayo Guridi, autor y protagonista de “Sin Codificar”, la propuesta con la que, después de 8 años, vuelve a Mar del Plata junto a Pichu Straneo, Nazareno Mottola, Walter López y Marcelo Ruiz Díaz.

Con “Sin Codificar-10 años”, realizarán funciones hoy a las 22 y mañana a las 23.30 en el Teatro Radio City (San Luis 1750).

Luego del año exitoso en el programa televisivo que cumple 10 años, llegan con todo su humor personajes clásicos como “El Intendente”, “La Rata”, “Los Rebos”, entre otros.

La dirección está a cargo de Gustavo Pava -también autor, junto a Guridi- y la producción es de Ramasso Productora & Alzua Producciones.

Antes de los shows, Guridi habló con LA CAPITAL en una nota en la que reconoce que “no tengo muy claro qué es el humor”.

– ¿Qué va a ofrecer el espectáculo de Sin Codificar que traen a Mar del Plata? Hace muchos años que no venían…

– Es un repaso de los 10 años del programa, desde personajes los históricos, sketches y canciones identificadas con Sin Codificar hasta algunas sorpresitas que no se vieron nunca en el ciclo. En el 2011 fue el debut teatral de Sin Codificar en Mar del Plata en el Teatro América, por eso tenemos un cariño muy particular con la ciudad donde arrancó esta aventura teatral y nos hizo ver que este proyecto podía funcionar en el teatro al igual que en la tele. Hoy volvemos después de 8 años a la ciudad que nos permitió nacer teatralmente, así que estas funciones son muy especiales para nosotros.

– ¿Qué diferencias tiene armar el show para teatro con respecto al formato televisivo?

– Tratamos de conservar la esencia, es decir, que el público se sienta como si estuviera en la tribuna del programa. Esa tribuna es un termómetro importante para nosotros, ya que si la tribuna se divierte es muy probable que la gente que está frente al televisor se esté divirtiendo también. A partir de ahí le dimos una estructura más dinámica que en la tele para mostrar la mayor cantidad de personajes y situaciones y mantener al espectador entretenido durante todo el espectáculo.

– ¿Tenés tu definición particular de lo que es el humor?

– Hasta hoy en día no tengo muy en claro qué es el humor. Lo que sé es que si nos divertimos entre nosotros con lo que estamos haciendo el público también se va a divertir, ya sea que estemos jugando con una situación de la realidad o una situación de absurdo total.

– Cuando preparás un personaje, sketch, o un espectáculo entero ¿Cómo sabés qué va a funcionar? ¿Tenés algún indicador, una especie de termómetro?

– Esa fórmula de lo que va a funcionar y lo que no va a funcionar no la tiene nadie. Básicamente los sketches y personajes los preparamos en base a si nos divierte a nosotros y tratamos que los roles los lleve adelante los que estén en mejores condiciones de hacerlo. Por ejemplo, si una situación requiere de una canción que debe ser bien cantada es muy probable que yo esté en los últimos lugares para hacerlo.

– La discusión sobre el rol de las mujeres, la violencia simbólica, la cosificación y revisión de contenidos ¿los influencia a la hora de incorporar los chistes, los temas sobre los que hablan?

– En el Sin Codificar que nació al mediodía, los fines de semana, y que logramos que la familia nos siguiera durante muchas temporadas, siempre tuvimos en cuenta esa discusión.

– ¿Hay algún tema con el que nunca te animaste a hacer humor? ¿Tiene límite el humor?

– Yo creo que si lo que hacés es con buena onda y buena leche, y el público lo percibe que es así, no debería haber límite para el humor. Es una de las experiencias que me dejaron estos 10 años de Sin Codificar. Uno no hace las cosas para molestar a alguien o para que alguien se sienta mal. Pero puede pasar.

– ¿Qué planes tenés, en lo laboral, para el resto del año?

– La prioridad es la gira teatral con Sin Codificar (que tenemos muchas ganas que termine en Mar del Plata la próxima temporada) y después acomodar a esta gira un par de proyectos de televisión que están dando vuelta.