Las estadías suelen ser de tres o cuatro días y no de una semana como en otras épocas. Los desayunos se estiran lo más posible para convertirlos en una especie de almuerzo y así ahorrar una de las comidas del día. Durante los paseos, la idea es gastar lo menos posible o aprovechar alguna de las opciones económicas para disfrutar con toda la familia.

Con estas características, las vacaciones de invierno entran en su etapa final: hubo una cantidad de turistas similar a la del año pasado pero distintos operadores del sector consultados por LA CAPITAL aseguraron que gastaron menos.

“La primera semana fue aceptable. Es cierto que la situación económica no ayuda mucho y por ahí la gente en vez de tomarse grandes vacaciones prefirió la escapada a Mar del Plata y estar tres o cuatro días”, explicó el presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica, Eduardo Palena. Y agregó: “La cantidad de gente que vino es muy similar a la del año pasado, pero como sucedió en el verano busca gastar los menos posible. Las estadías son más cortas y lo que se puede ahorrar se ahorra”.

Ante la previsión de la llegada de un turismo con menos posibilidades, los hoteles de la ciudad decidieron mantener los precios para tratar de captar la mayor cantidad de turistas posible. De hecho, los valores son los mismos que en temporada baja. Y no sólo eso: en algunos casos, se hicieron ofertas de pagar tres días y alojarse cuatro. Como es habitual, la mayor ocupación la tuvieron los hoteles cuatro y cinco estrellas.

“En realidad es aceptable la ocupación. El problema que está teniendo la actividad es la rentabilidad. A veces tener una buena ocupación no significa que tengamos buenas ganancias. Si la tarifa que cobrás no es buena, podemos a llegar hasta a perder plata”, sostuvo Palena. Y, enseguida, agregó: “En este momento la rentabilidad es baja”.

Desde la Asociación Hotelera Gastronómica buscaron incentivar la llegada de turistas y firmaron un convenio con productores teatrales para que se vean obras para chicos a precios accesibles. Pero no sólo eso: también se implementó una nueva excursión gratuita a Santa Isabel para visitar los viñedos de la ciudad en donde se cosecha la uva.

Para los gastronómicos, “tibias”

“Las vacaciones de invierno vienen muy tibias. No diría que son malas porque como están las cosas todo sirve, pero vienen flojas”, analizó la secretaria general del gremio de gastronómicos, Mercedes Morro. Y, enseguida, agregó: “Los restoranes están siendo más castigados que los hoteles. Por ejemplo, en la escuela de formación que nosotros tenemos no nos han pedido prácticamente a nadie. Esto quiere decir que no se contrató personal”.

Morro también contó que en los restoranes se ve un turismo gasolero durante estas vacaciones. “La gente comparte muchos platos, se comen pocos postres y se buscan las opciones más económicas. La verdad es que no se vio el rebalse de gente que hubo otros fines de semana largos”.

Las ventas, flojas

Desde la Unión de la Industria el Comercio y la Producción (UCIP) afirmaron que en los comercios “está floja la venta” y destacaron que los turistas que llegaron durante estas vacaciones a Mar del Plata “gastan en bienes pero no en servicios”.

“Las vacaciones de invierno hoy están siendo un reflejo de la realidad. En el país hay una caída del mercado interno y de las ventas en casi todos los rubros. Además, hay una pérdida del poder adquisitivo real”, explicó el secretario de UCIP, Blas Taladrid. Y, enseguida, agregó: “Por todo esto, no había una expectativa muy grande puesta en las vacaciones de invierno. De hecho, los comerciantes aseguran que las ventas son regulares”.

Taladrid explicó que los visitantes “están más gasoleros”. “Ya no existe más el turista que venía a la ciudad a hacer sus compras. Ahora, se achicaron las vacaciones y son más cortas. Nadie viene por quince días y por lo general lo más fuerte es el fin de semana. Durante la semana ni se nota que estamos en vacaciones y por eso no hay repercusión en las ventas”, destacó.

El secretario de la UCIP contó que los turistas buscan ahorrar todo lo que pueden. Por eso, los que alquilan departamentos para pasar unos días en la ciudad eligen cocinar en su vivienda o en todo caso comprar en rotiserías. “Se busca evitar el restorán para no gastar tanto y que así las vacaciones sean más económicas”, sostuvo Taladrid.