Alejandra Blanco, vocera de los trabajadores de la confitería Boston, no puede esconder su tristeza. Luego de más de 220 días de toma en reclamo por el pago de sueldos adeudados e indemnizaciones, el tradicional local de la costa y Urquiza fue desalojado en plena madrugada, cuando uno de sus compañeros se encontraba de sereno.

Aún conmovida por los hechos e invadida por la incertidumbre de los pasos a seguir, Blanco solo reflexiona sobre un desenlace que la deja tambaleando.

“Lo único que pensamos como trabajadores es que siempre gana la injusticia, el poder y la plata. Siempre sale ganando la gente que roba con guantes blancos. Quizás algún día alguno de nosotros cobremos nuestro dinero, no lo sé; por ahora intento quedarme con esta sensación que tengo ahora:  nadie se va a olvidar de la lucha de los trabajadores de la Boston. Cuando pasen por Varese, aunque pongan otra confitería, espero que todos se acuerden de nosotros”, señaló.

En cuanto a lo ocurrido durante la madrugada, Blanco aseguró que en el lugar solo se encontraba una sola persona, mientras que del otro lado de la puerta cerca de 300 efectivos conformaban un “mega” operativo.

“Generalmente nos quedábamos dos, pero ayer uno de los chicos se descompuso y se fue, así que esta madrugada sólo quedaba uno”, señaló a LA CAPITAL, al tiempo que señaló que “eran 300 policías para solo un compañero”.

“Cuando el oficial de Justicia y el jefe de policía le entregó la orden de allanamiento y le preguntó cuántos eran. Se miraron sorprendidos cuando le respondió que solo uno”, agregó la mujer que llegó a desempeñarse como encargada de local por más de 18 años.

En este sentido, Blanco no sólo lamentó lo sucedido – “este es un día terrible”, dijo- sino que también cuestionó las formas en las que se llevó adelante la medida judicial. “Los Lotero nos habían dicho que nos iban a sacar como delincuentes. Y nos sacaron como delincuentes”, señaló.

Además, la trabajadora indicó que dentro de local quedaron “artículos personales” y “plata de dos compañeros”, algo que por estas horas están intentando recuperar en diálogo con la policía. Es que según señaló, ninguno de los exempleados pueden acercarse al establecimiento.

Pese a lo que ocurrido, Blanco aseguró que “no bajarán los brazos” y seguirán “luchando por vía judicial junto a sus abogados”. “Además, seguiremos estando en el local de Buenos Aires 1927“, señaló, en referencia al único local que sigue tomado por los trabajadores despedidos.