Emmanuel Alvarez Ágis, uno de los economistas más cercanos a Alberto Fernández cuenta que viene seguido a Mar del Plata y que le “duele ver que la situación es cada vez más complicada”.

En el marco de un complicado contexto económico a nivel nacional, el ex viceministro de Axel Kicillof, remarcó que la gestión municipal “agrava los problemas que se generan desde la nación”. Además, se refirió a los desafíos del próximo gobierno y consideró fundamental “acertar con las primeras negociaciones”.

-¿Cómo se puede solucionar el problema de empleo de Mar del Plata?

En Mar del Plata, particulramente el problema es que a una gestión nacional que en materia de economía ha tenido resultado muy malo, se le agrega una gestión local que no busca por lo menos ponerle una especie de paraguas al problema nacional. De hecho, a veces parece lo contrario. Mar del Plata ha perdido la oportunidad de plantear una oportunidad orientada al empleo. Eso claramente no está entre los objetivos de esta gestión.

-¿Cuál sería una salida?

Lo que tiene que pasar de cara al futuro es que la ciudad se plantee que la urgencia más grande es el empleo. Y que eso lo haga en un marco nacional donde el empleo sea una variable importante y no esté planteada en un segundo o tercer lugar.
Vengo seguido a Mar del Plata y me duele ver que la situación es cada vez más complicada. Y no veo una gestión local tratando al menos de tapar esos agujeros.
La gestión locales a veces hace la diferencia y acá es al revés: agrava los problemas que se generan desde la nación.

-¿Cómo imaginas los primeros meses de el próximo gobierno en materia económica?

Imagino meses complicados, negociaciones difíciles con el mercado, con el Fondo y con la sociedad con la que también va a haber que empezar a ofrecer soluciones. Tal vez no tan rápido como las que hoy se necesitan, pero seguro más sostenibles en el tiempo.
Argentina va a tener un año de desafío de poder estabilizar esta economía y si ese año se empiezan a hacer las cosas bien, quizás en el segundo podamos discutir si la economía puede crecer, si el poder adquisitivo se puede recuperar. Es muy importante acertar en las primeras negociaciones y en el programa económico del primer año para poder a partir del segundo replantar la economía.

-Se plantea que hay que hacer reformas estructurales. ¿Habrá respaldo político para hacerlas?

Esas reformas van a tener respaldo político si tienen sentido. Si son reformas que buscan quitar derechos o soluciones rápidas en vez de sostenibles, seguramente el parlamento argentino va a decir que no. Ahora, si nosotros pensamos en una reforma laboral que en vez de quitar derechos permita generar empleo, obviamente con un esfuerzo compartido entre trabajadores y empresas, va a tener acuerdo. El principal punto que tienen que tener las reformas es que tienen que ser sostenibles. Si son sostenibles no se le puede cargar el peso del esfuerzo a un sólo sector. Y segundo, tienen que contemplar que en Argentina hay diferencias muy grandes de capacidad contributiva.

-¿Qué cualidades destaca de Alberto Fernández para liderar este proceso?

Me parece fundamental su tranquilidad, su conocimiento. El haber pasado por una situación parecida, solucionándola de manera exitosa. Su amplitud es una característica importante. Alberto Fernández habla conmigo pero también habla con economistas de la más diversa orientación y creo que cuando tenés un problema como el actual, eso es una ventaja.

-¿Ve posible formar un equipo con economistas de distintas escuelas?

Hay que ser pragmático y el presidente tiene que tener en claro los objetivos. Después la elección de las herramientas no es tan importante. El ha dejado claro que quiere arreglar la situación con el mercado y con el Fondo, y que esa situación sólo la puede arreglar si la economía crece. Eso ya es un programa económico y ya son objetivos claros para el futuro.

-¿Hace falta un ministro de Economía fuerte?

Lo que hace falta es un presidente con los objetivos claros y con capacidad de conducción de su equipo. Puede ser un ministro fuerte o un equipo económico, pero la verdad que el desafío va a estar encabezado del presidente. Nadie con este nivel de descalabro económico, va a pensar que va a venir un súper hombre a salvarnos. La gente votó un presidente, no un ministro de economía. El presidente se puede apoyar en alguien pero al final la responsabilidad va ser de él.

-¿Te seduce la posibilidad de ser el ministro?

No es que me seduce: me desespera ayudar al próximo presidente. Como me desespera ayudar al actual porque al final de cuentas, ayudás al país. Mi lugar va a ser donde pueda ayudar, no donde quiera estar. En este contexto no hay que pedir nada, hay que tratar de entregar todo para que Argentina salga de este pozo.

-¿Cómo lo ves a Axel Kicillof para el desafío de la provincia?

Excelente. Me parece que va a ser un gobernador que va estar abocado las 24 horas a resolver los problemas de la provincia. Y a la provincia hace muchos años que no le pasa eso, no es de esta gestión. Si la nación empieza a ir para adelante, se va a requerir de un gobernador abocado 100% al trabajo y me consta que Axel es así.