El director del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), Agustín Salvia, consideró que los planes sociales deben estar controlados “por los municipios y las provincias”.

El docente e investigador, que mañana dará una charla en Mar del Plata, analizó la situación actual del país, afirmó que Mar del Plata “sufre de pobreza crónica” y también dio su punto de vista sobre la administración de los planes sociales.

Tras señalar que en el país hay un millón y medio de beneficiarios de programas de empleo, explicó que esa población “no tiene una demanda de empleo formal”. Asimismo, indicó que “deben volcarse a una prestación efectiva”.

“Para recibir un plan tienen que contraprestar un trabajo, no puede contraprestar un piquete”, subrayó, en diálogo con LA CAPITAL, y aclaró que “no es cierto que la economía esté en condiciones de absorber a esa población”.

En el marco de la polémica que se generó por las declaraciones de Cristina Kirchner sobre el rol de las organizaciones sociales en el acceso a los programas, Salvia afirmó que “los tienen que administrar los gobiernos municipales y provinciales”.

Si bien consideró que deberían tener una “fiscalización a nivel nacional”, puntualizó en que los programas tienen que servir al desarrollo comunitario, por lo que “no pueden administrarse a nivel centralizado: lo tiene que hacer el estado municipal y provincial”. Además, enfatizó en que “tiene que haber fiscalización de un órgano autárquico, no dependiente del Poder Ejecutivo”.

Agustín Salvia, director del Observatorio Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).

Mar del Plata

Por otra parte, Salvia hizo un análisis de la situación de Mar del Plata y señaló que “en los últimos veinte años hubo un crecimiento de una pobreza estructural, fuertemente asociada a los trabajos precarios”.

Tras afirmar que se necesitan “programas sociales que favorezcan la incorporación de los jóvenes pobres a los nuevos trabajos”, remarcó que “los jóvenes marplatenses de clase media están accediendo a mejores trabajos”. “El problema -continuó- es que a los segmentos más pobres, los trabajos que le quedan son los de venta ambulante o el cuidado coches”.

En la misma dirección, el docente de la UCA destacó la necesidad de sumar a esos jóvenes a “trabajos más regulares” y, en ese sentido, “la economía popular es un gran aliado”.

“Las organizaciones sociales también cumplen un papel importante. El problema es cuando en vez de proyectar cómo mejorar el trabajo de los afiliados, se ponen a disputar en la calle cómo consiguen más planes”, analizó.

Segundo semestre

En referencia a la situación económica actual del país y con el análisis de los últimos índices, Salvia pronosticó un segundo semestre con “poca generación de empleo y más programas sociales y bonos para jubilados”.

“Imagino un escenario donde sigue siendo contenido el sector más pobre, pero mucho más resentida la creación de empleo formal y con más carga impositiva sobre las clases medias”, analizó.

A la hora de hacer una evaluación de los primeros meses del año, Salvia destacó la generación de empleo, aunque marcó que la inflación fue “degradando las remuneraciones que se podían ir obteniendo”.

“El saldo neto fue que se está creando trabajo, no empleo; y eso produjo un alivio importante hasta el primer trimestre del año, a pesar de la inflación”, evaluó, y agregó que de cara al segundo semestre, “la creación de empleo se está haciendo a un ritmo menor y se siguen generando empleos de baja calidad”. “Esta situación, más la inflación, hace que los niveles de pobreza tiendan a acercarse a un 40%”, amplió.