Locales dedicados a la venta de telefonía celular fueron inspeccionados en distintos puntos de Mar del Plata por personal policial y del Municipio para controlar la procedencia y cortar así el circuito de comercialización de dispositivos robados.

Los responsables de negocios de locales del centro de la ciudad, negocios del Puerto y del macrocentro debieron entregar la documentación de cada uno de los aparatos que tenían ofrecidos. En una gran cantidad de casos, más de 300, al no tener el respaldo legal del origen la policía y los inspectores realizaron las actas de infracción y dispusieron el secuestro.

La problemática del robo de teléfonos celulares en distintas modalidades delictivas, como el arrebato o el asalto propiamente dicho, se mantiene vigente desde hace ya varios meses en Mar del Plata y por ello la política criminal desde la prevención que coordina el Municipio con la Jefatura Departamental se orienta a cortar el circuito de comercialización.

“No se trata de una ola de robos, pero sí de un problema que se mantiene en el tiempo y que es muy difícil de prevenir, porque sucede en la vía pública con un arrebato o con motochorros. Por eso lo mejor es atacar a quienes los venden”, dijo una fuente consultada por este medio.

De acuerdo al análisis de este tipo de delitos, los especialistas detectaron que hay un porcentaje de teléfonos robados que se venden por redes sociales pero que con el equipamiento de sistemas de rastreo y geolocalización la tendencia es reducirlo a repuestos. Por ello es que en estas horas se intensificaron los controles en locales de reparación y venta.

Por lo pronto se iniciarán acciones judiciales por el delito de averiguación de ilícito, con el objeto de reconocer el origen de cada uno de los teléfonos secuestrados en la tarde de este jueves.