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Policiales 13 de julio de 2023

Secuestrador de Materia condenado por un asalto: recibió la pena única de 15 años de prisión

Jesús Alberto Veliz (31) fue sentenciado por asaltar a una anciana en agosto de 2022, mientras gozaba de libertad condicional tras pasar 8 años detenido en el marco de los secuestros que cometió con su banda entre 2012 y 2013. También lo encontraron culpable de intentar "coimear" a la policía para que lo liberaran.

“Te perdono querido, pero me has arruinado la vida”. Nadie sabe si la frase de la mujer de 80 años a la que asaltó en agosto de 2022 causó algún efecto en la psiquis de Jesús Alberto Veliz. Pero a varios de los operadores judiciales que se encontraban en la sala del Tribunal Oral Nº 4 sí que les removió las emociones.

La situación se produjo en medio de la audiencia en la que los jueces Gustavo Fissore, Roberto Falcone y Alexis Simaz sentenciaron a Veliz como autor del asalto contra la anciana, ocurrido en agosto de 2022 en una vivienda del barrio San José. También lo encontraron culpable de intentar “coimear” a la policía para que lo liberaran.

Por esos dos hechos, recibió una condena de 5 años de prisión pero, como cuando cometió ambos se encontraba en libertad condicional tras haber pasado tras las rejas los 9 anteriores producto de, entre otros, el secuestro de Guido Materia, se impuso una pena única. Entonces, de no mediar apelaciones, desde ahora permanecerá detenido hasta 2029.

Los magistrados del tribunal tuvieron en cuenta que Veliz había sido sentenciado en 2017 a 13 años de cárcel por la privación ilegítima de la libertad de Materia, y ahora lo declararon “reincidente”. Producto de ello, impusieron la pena única de 15 años de prisión que, cuando se computen los que ya cumplió, dará como resultado que aún le restan 5 intramuros y de firme ejecución. Es decir, no podrá volver a las calles antes de eso de ninguna forma.

Veliz fue detenido el 25 de agosto tras una persecución y su cómplice logró fugarse después de que ambos asaltaran a una anciana de 82 años y a su hija de 47 en su casa del barrio San José. Además, al ser trasladado a la comisaría segunda intentó “coimear” a autoridades policiales de dicha dependencia para que lo dejaran “salir”.

“Quiero arreglar”, les dijo entonces a los uniformados conforme quedó acreditado en la investigación del fiscal Guillermo Nicora. Primero en soledad, en una de los apartados de la seccional, y luego ante un médico que había ido a denunciar por tercera vez el robo de un neumático de auxilio a ese lugar y que acabó por oficiar de testigo en esta causa.

El caso había comenzado a las 7 de la mañana de ese jueves, cuando los asaltantes ingresaron a la vivienda de las víctimas. Efectivos policiales fueron alertados de lo que ocurría en la propiedad y se dirigieron allí de inmediato. Al arribar, observaron cómo uno de los sospechosos intentaba escapar por los techos.

Rápidamente, se inició una persecución que finalizó poco después con la detención de quien resultó ser Jesús Alberto Veliz, quien en 2017 había sido condenado a 13 años de cárcel por integrar la banda que secuestró a Rodrigo Cristino, Daiana Domenez y Guido Materia entre 2012 y 2013. De acuerdo a la información que pudo obtener LA CAPITAL, en la actualidad se encontraba bajo libertad condicional.

Veliz había logrado ese beneficio tras pasar casi 9 años detenido y justificar sus intenciones de resocialización con la inscripción en la carrera de enfermería. No es un dato menor este, puesto que los jueces consideraron ahora que haber vuelto a delinquir cuando parecía haber encausado su vida dentro de las normas es mayormente reprochable.

Es decir, la defensa del delincuente, a cargo del abogado Wenceslao Méndez, dejo entrever que se trató de una recaída en el proceso de la vuelta de su cliente a la vida dentro de la ley y remarcó el pedido de disculpas y el resarcimiento económico que ofreció a las víctimas. Pero el tribunal opinó: “Por un lado tienen razón el fiscal y el defensor que estaba transitando un camino de reinserción tras cumplir parte de una pena por un delito precedente, pero al mismo tiempo demuestra que tenía posibilidades de motivarse en la norma prohibitiva y,  ese a ello, eligió llevar a cabo este delito. Esto, en dogmática penal, constituye un mayor grado de reprochabilidad por haber cometido un injusto teniendo reales posibilidades de motivarse en la norma penal”.

Otro punto que quedó considerado como agravante fue la edad de la principal víctima y el horario en el que fue tomada por sorpresa, cuando recién despertaba, en el interior de su casa en la que se encontró con los ladrones dentro. Durante el juicio, la mujer remarcó que no volvió a descansar con tranquilidad y que desde entonces vive atemorizada. Inclusive, al declarar ante los jueces reiteró que su vida fue arruinada.

Operativo

En el operativo de detención, los efectivos hallaron en poder de Veliz una mochila con herramientas y guantes, que quedó secuestrada. En simultáneo, más policías se abocaron a la búsqueda de su cómplice, que al final logró huir.

Los objetos que tenía en su poder Jesús Véliz.

Los objetos que tenía en su poder Jesús Véliz.

Según informó entonces la Jefatura Departamental a la prensa, el acusado detenido fue identificado y se supo que presentaba numerosos y frondosos antecedentes penales: en el pasado, Veliz estuvo incriminado por la comisión de delitos contra la propiedad y las personas caratulados “Tentativa de robo calificado (reiterados)”, “Robo agravado por el uso de arma (reiterados)”, “Tentativa de robo calificado y tenencia de arma de guerra (reiterados)”, “Desobediencia”, “Portación arma uso civil”, “Robo doblemente agravado por el uso de arma en poblado y en banda”, “Abuso de arma”, “Robo calificado por el uso de arma de fuego apta para el disparo”, “Robo agravado por efracción”, “Lesiones graves”, “Portación ilegal de arma de guerra y abuso de arma”, Hurto agravado por escalamiento” y “Encubrimiento”.

Pero eso no fue todo: al ser trasladado a la dependencia policial, Veliz manifestó a los policías si existía la posibilidad de “arreglar”, haciendo alusión a querer entregarles dinero a cambio de su libertad. Los efectivos dejaron constancia de sus dichos en las actuaciones, con el médico mencionado antes como testigo.

El delincuente y su cómplice habían logrado ingresar a la vivienda de las víctimas tras forzar la reja de una ventana. Una vez dentro, no lastimaron a las mujeres pero les exigieron la entrega de una suma de dinero que no trascendió, y luego de robarles, salieron del inmueble de Guido, entre Castelli y Alvarado. Fue entonces cuando arribaron allí los efectivos y detuvieron a Veliz.

La banda

El 12 de mayo de 2017 el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Mar del Plata condenó a nueve miembros de la banda que secuestró a Rodrigo Cristino, Daiana Domenez y Guido Materia entre el 2012 y el 2013.

Las penas impuestas por los jueces Néstor Rubén Parra, Roberto Falcone y Mario Portela estuvieron de acuerdo a las responsabilidades de cada uno de los imputados. En tal sentido, a Maximiliano Goncebatte, el líder de la organización, que intervino en los tres hechos y se ocupó de realizar los llamados extorsivos a los familiares de las víctimas, se lo condenó a la pena de 20 años de prisión. Para Cristian Rondón y Ramiro Gómez la pena fue de 16 años, ya que se determinó que participaron en dos de los hechos incriminados.

En tanto, Roberto Ravainera y Jesús Veliz, fueron condenados a 13 años; Leonardo Parisotti y Juan Larrichia, a 12 años; Cristian Prieto, a 11 años; y Walter Salazar, a 10 años.

También se conocieron las absoluciones de dos de los imputados, Natalia Soledad Leguizamón, debido al retiro de la acusación fiscal, y Ulises Omar Arbizu, por no haberse acreditado su participación en el secuestro de Cristino.

El tribunal, en un extenso fallo de más de 200 páginas, luego de ratificar la competencia de la Justicia Federal para entender en esta modalidad delictiva, analizó las pruebas que le permitieron tener por acreditados tres hechos de secuestro extorsivo y la intervención de los condenados en calidad de coautores, ya actuaron distribuyéndose roles específicos en la realización del plan criminal.

“El modus operandi de la banda se caracterizó por la captación de las víctimas en la vía pública, su traslado hasta domicilios donde los mantuvieron cautivos por varias horas, mientras exigían a las familias el pago de cuantiosos rescates, ejerciendo siempre un monitoreo constante de los movimientos de los familiares cuando se dirigían a entidades bancarias para hacerse del dinero y durante el pago de los rescates”, afirmaron los magistrados en la sentencia.

Además, el tribunal destacó la planificación y logística de la organización delictiva, que incluyó la utilización de equipos de comunicación de difícil rastreo -prepagos con datos de titularidad apócrifa- y de múltiples vehículos -propios y robados- empleados para la captación y traslado de las víctimas.

El caso más emblemático fue el de Materia, a quien secuestraron el 27 de agosto de 2013 cuando estaba a punto de ascender a su camioneta Volkswagen Amarok en Alvear y Gascón. Allí el joven que entonces tenía 23 años fue capturado por una cantidad no determinada de personas que huyeron algunas cuadras en su camioneta y luego en otro vehículo.

El secuestro se inició en horas de la mañana y poco después del mediodía Materia fue liberado en la cercanías de Guanahani al 7200. Según fuentes extraoficiales, un abogado de la familia del secuestrado entregó a los captores la suma aproximada a 150.000 dólares.

Pero los investigadores, que trabajaron desde un primer momento en el caso, reconocieron la voz de uno de los secuestradores. Era el que se comunicaba por teléfono para imponer condiciones en el pago del rescate y resultó una voz indiscutiblemente similar a la que había intervenido a fines de año 2012 en el secuestro de Bauzá. Sin embargo, no hubo detenidos y los autores huyeron con el botín.

La justicia federal, con el fiscal general Daniel Adler a la cabeza, cuestionó la labor de la policía en las investigaciones por secuestros extorsivos en Mar del Plata (admitió que hubo siete causas en los últimos meses) y fue ese el detonante para una serie de cambios.

Desde la DDI, una de las dependencias más atacadas, se polemizó entonces con la contribución de la Justicia Federal. “El secuestro de Materia se pudo haber evitado, ya que a esta banda la veníamos investigando desde principios de año y no nos daban los elementos para allanar y detener “, dijo a LA CAPITAL una alta fuente policial. Desde la policía estaban seguros de que se trataba de la misma banda.

Posteriormente, y con el correr de las semanas, se agilizaron las investigaciones y todo concluyó en los más de 20 allanamientos realizados en septiembre de 2013. Goncebatte, líder de la banda, cayó dos años más tarde, en Mendoza. Y en 2017 los nueve integrantes de la banda fueron condenados por el Tribunal Oral Federal.



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