El Departamento de Competencias de la Asociación de Clubes resolvió suspender el encuentro que este miércoles debían disputar Unión y Quilmes en el Polideportivo de Santa Clara del Mar correspondiente a una nueva fecha de la Liga Argentina de Básquet.

El confuso comunicado oficial inicial de la entidad rectora de la competencia puso el foco de la explicación sobre el escenario del partido. “Se decidió suspender el partido (…) debido a que el club local solicitó el traslado de su localía a un estadio que no cuenta con la habilitación correspondiente. Se informará oportunamente la reprogramación y cualquier hecho vinculado con este encuentro”, se puntualizó.

El Polideportivo de Santa Clara del Mar, un escenario cómodo y utilizado por Quilmes durante la temporada 2022/2023, quedó así “salpicado” por la primera versión oficial.

Sin embargo, horas más tarde, el dirigente marplatense Sergio Guerrero, Secretario Técnico de la Asociación de Clubes, ofreció más explicaciones de la cuestión. “El cambio se anunció ayer y no había ningún antecedente del estado actual del estadio. Por ejemplo, no estaba más el mangrullo para asegurar un tiro de cámara. Tampoco se aseguraba la calidad de la transmisión ni se pudieron constatar la existencia de elementos ‘mulettos’ que son obligatorios. Es decir, no se cuestiona el estadio. Pero sí la forma de cómo se hizo el pedido sin haber enviado los elementos para evaluar”, afirmó.

De este modo, el foco de la cuestión se trasladó al propio Unión. “Me parece muy raro, todos sabían que el partido se jugaba en Santa Clara desde hace mucho tiempo. El martes desde Quilmes ya nos dijeron que no iban a ir a tirar”, le aseguró a este medio Leonardo Cordeiro, el presidente de Unión.

“Por la comunicación oficial pareciera que la cancha no está en condiciones y el Polideportivo de Santa Clara es el mejor estadio de la Conferencia Sur. El municipio me lo entregó hermoso, en perfectas condiciones”, argumentó el dirigente.

“Mandamos tarde la nota para informar el cambio de cancha, lo reconozco. Pero me hubieran castigado administrativamente, no económicamente. Les tuve que pagar a los árbitros y a los veinticinco policías”, se lamentó Cordeiro.