Se suicidó en el penal de Batán un recluso condenado a perpetua por dos crímenes en La Salada
José Alberto De Luca Reatigui se hallaba detenido desde 2015 y había sido trasladado a la Unidad Penitenciaria Nº 15 de Batán en noviembre de 2019, tras ser sentenciado como uno de los dos autores de dos homicidios de Pablo “El Bocón” Zárate y Luis “Pinky” Rodríguez, ocurridos en el marco de una interna por el control de la reconocida feria.
Un recluso que se hallaba condenado a prisión perpetua por dos homicidios cometidos en La Salada se suicidó en el penal de Batán.
El hecho ocurrió días atrás pero recién fue confirmado por las fuentes a LA CAPITAL en horas de la tarde de este lunes. El fallecimiento de José Alberto De Luca Reatigui fue constatado por los agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), en el interior de la Unidad Nº 15, donde se encontraba preso desde noviembre de 2019.
En efecto, De Luca Reatigui estaba detenido desde septiembre de 2015. Antes, en febrero de ese año, se habían producido dos crímenes con diferencia de trece días, pero con una misma trama. Las víctimas fueron Pablo “El Bocón” Zárate y Luis “Pinky” Rodríguez.
Según el portal de noticias Diario Conurbano, De Luca Reatigui y Néstor Fabián “Chaquito” Flores fueron considerados por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de Lomas de Zamora como los autores de ambos hechos, en el marco de una disputa por el control de los puestos de La Salada.
El sitio web mencionado consignó en 2019, al finalizar el debate oral, que los jueces habían avalado la investigación del fiscal a cargo de la causa, Sebastián Scalera. El instructor había solicitado en su alegato la pena de prisión perpetua con accesorias legales más las costas del proceso para ambos acusados.
La pesquisa demostró que el homicidio de Pablo Zárate ocurrió el 10 de febrero y el de Luis Rodríguez el 23 de febrero de 2015. De ambos sucesos se presentaron testigos que estaban en el momento de los hechos y comprobaron la autoría de los condenados.
Por su parte, la defensa había pedido que haya un cambio en la calificación de la condena por “homicidio en riña” si es que se comprobaba la responsabilidad de los imputados. De esta manera se lograría una pena más leve.
Según las pruebas presentadas, Flores y De Luca respondían a Gustavo Mariano, alias “El Cejudo”, quien controlaba el cobro de los puestos de la feria La Salada, ubicada en Ingeniero Budge. Pablo Zárate, era de otro grupo que mantenía el control sobre los puestos de la feria y estaba amenazado por el grupo de “El Cejudo”. Maximiliano Zárate, hermano de Pablo, presenció el asesinato ocurrido en Camino de la Ribera y Euskadi, y reconoció a De Luca durante el juicio como uno de los que disparó contra su hermano y él.
Pablo Zárate cargaba dos armas por las amenazas recibidas y vestía un chaleco antibalas. Cuando se desata una balacera, su hermano Maximiliano dijo haber escuchado la orden: “Maten al Bocón”. Fueron más de 10 personas las que participaron del asesinato enmarcado en un plan determinado con previsión.
Si bien el homicidio de Rodríguez sucedió 13 días después que el de Zárate, varios testigos reconocieron a Fabián “Chaquito” Flores como el perpetrador del asesinato. Diego Esteban González, fue una de las personas que estaba junto a Rodríguez cuando murió.
Mientras “Pinky” Rodríguez había comenzado a hablar en un estacionamiento ubicado en la intersección de Cosquín e Ingeniero Turner con cuatro personas de la feria La Salada, llegó una Hilux de la que descendió “Chaquito” Flores y otras personas. Luego, ambos bandos comenzaron a dispararle a Pinky Rodríguez.
Ambos homicidios ocurrieron en la vía pública, durante la noche y fueron planeados con anticipación para garantizar la efectividad de las muertes, sostuvo entonces el fiscal Scalera. Luego de la condena, De Luca Reatigui fue trasladado al penal de Batán, donde cumplía la condena al momento del suicidio.