El Movimiento Popular La Dignidad desde hace varios años que trabaja en la asistencia a personas en situación de calle pero hace más de un mes que inició la coordinación y programación del primer relevamiento con características de censo popular para conocer el número de gente sin techo en Mar del Plata y Batán.

El trabajo de campo tuvo lugar este fin de semana, en veinte diferentes puntos de la ciudad y contó con la participación de profesionales (psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, agentes especializados en adicciones, entre otros), alrededor de cincuenta voluntarios (capacitados en cuatro talleres por especialistas) y la articulación conjunta con la Iglesia y otras agrupaciones sociales, como el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), Evita Obrera, Casa Puentes, entre otras.

Además, referentes del Movimiento se encuentran por estos días en tratativas con la Universidad Nacional de Mar del Plata para contar con la participación de investigadores de la casa de altos estudios en el análisis y la presentación de los resultados.

Para conocer la iniciativa, LA CAPITAL dialogó con la dirigente social Daniela Castro (MPLD), quien destacó los objetivos del estudio y compartió algunos datos de la realidad que se percibe entre quienes no tienen donde dormir.

“Nosotros venimos trabajando hace ya un par de años con personas en situación de calle y veníamos entendiendo que desde el Estado había un poco de reticencia a tener números reales. Por eso es que sostenemos que es la primera vez que en Mar del Plata se hace un relevamiento con características de censo popular. Había números de algunos sectores y programas puntuales, pero nunca se hizo un relevamiento rastrillando la ciudad entera con personal idóneo o voluntarios capacitados”, señaló Castro, también reconocida referente de la CTEP de Juan Grabois.

Daniela Castro (derecha).

Ante la falta de datos oficiales disponibles, desde el Movimiento Popular decidieron realizar una encuesta a los hombres y mujeres que todas las noches se acercaban a bañarse, comer y dormir en Casa Puentes, ubicada en Rawson 1842.

“Esto a nosotros nos facilitó mucho el trabajo porque a partir de ahí entendíamos cuales podrían ser las necesidades que tenían estas personas en situación de calle y en cuantas de ellas podíamos participar o abordar. Por ejemplo, una de las cosas que nosotros entendimos es que muchos sí tenían la intención de salir de esa realidad porque no tenían problemas severos con adicciones y que principalmente su situación de calle tenía que ver con una cuestión de mala o terrible realidad económica. Es decir, que se habían quedado sin trabajo y que habían terminado en la calle porque no habían podido pagar el alquiler”, señaló la dirigente.

A partir de los resultados de esas encuestas fue que decidieron llevar adelante dos iniciativas: armar una cooperativa de trabajo que funciona en la actualidad y abrir un espacio educativo en el que puedan acceder a diferentes estudios y conocimientos. “De ese espacio, el 60% son personas en situación de calle”, señaló Castro, evidenciando que la demanda existía y que sólo era necesario dar una respuesta.

“Hay cosas que sabemos que no vamos a poder revertir porque no tenemos las herramientas desde el Estado para poder hacerlo, no somos funcionarios públicos, nuestro trabajo es ciento por ciento social. Sin embargo, hubo un dato que nos resultó más que alarmante y nos impulsó a hacer el censo popular: sólo en el mes de junio, Casa Puentes asistió a 460 personas en situación de calle”, señaló. En mayo el número rozaba las 300.

“Nos parecía alarmente, incluso, por ser el mes de junio, uno de los meses en los que el frío comienza a ser mucho más agudo. Nos pareció necesario, entonces, tomar la ‘posta’ de una manera seria y responsable, capacitando a voluntarios y coordinando el trabajo con profesionales”, dijo  y señaló que, una vez terminado el informe, “la idea es ponerlos sobre la mesa con quien corresponde y exigir que se tomen cartas en el asunto”. “Siempre con nuestra colaboración para revertir la calidad de vida de la gente”, agregó.

A modo de adelanto, Castro aseguró que “una de las cosas que resuenan mucho es la cantidad de familias que hoy tenemos en Mar del Plata en situación de calle”.

“Es una postal que nadie quería ver y que pensábamos que pasaba en ciudades más grandes, como Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Siempre hubo gente en situación de calle, no es algo de ahora, pero sí era raro encontrarse con una familia en esa realidad de manera permanente. Lamentablemente, ahora sí estamos viendo eso y nos preocupa”, aseguró.

Castro también destacó que la “desaparición de las changas” fue uno de los factores que empujó a las familias a vivir en la calle. “Quizás antes tampoco podían pagar un alquiler, pero sí la habitación de un hotel. Hoy, sin las changas, ni a eso llegan y la situación se profundizó más”, señaló.