La autopsia practicada a José María Titos (66), el hombre que amenazó a su pareja con quemarle la casa y ayer murió en el Hospital Interzonal al resultar gravemente herido en el incendio de la vivienda en Otamendi, confirmó que falleció asfixiado y descartaría la hipótesis de homicidio.

Fuentes judiciales consultadas por LA CAPITAL confirmaron que, si bien Titos presentaba traumatismo de cráneo, según las conclusiones que se pudieron realizar al conocer la autopsia el mismo se lo habría infringido al desvanecerse durante el incendio. Cabe destacar que la víctima tenía un cuerpo de una importante envergadura -pesaba unos 130 kilos- por lo que, al caer contra el suelo, los profesionales consideran que pudo ocasionarse esa herida.

Otro aspecto del cuerpo de Titos que despertó la alarma en la fiscal que instruye la causa, Florencia Salas, es que el hombre tenía diferentes cortes que podrían haberse realizado con armas blancas. Sin embargo, la autopsia demostró que estas heridas eran demasiado superficiales como para haber sido ocasionadas por un agresor.

Además, las imágenes tomadas por una cámara de seguridad ubicada justo en frente de la casa de Titos -en Tucumán entre Corrientes y Entre Ríos- muestran al hombre solo en el lugar, que sale al patio a fumar un cigarrillo y luego entra a la vivienda, apaga las luces y comienza el incendio.

En la misma línea, familiares de Titos entrevistados por la fiscal descartaron que el hombre tuviera alguna enemistad con alguien que quisiera dañarlo.

De esta manera, la fiscal Salas prácticamente descartó la hipótesis de homicidio y en la investigación se centra principalmente en las posibilidades de que la muerte de Titos haya sido un suicidio o un accidente.

Titos vivía junto a su pareja en una casa de la localidad de Otamendi, ubicada en Tucumán entre Corrientes y Entre Ríos.

El sábado, Titos había protagonizado una pelea con su pareja, a quien intentó pegarle, amenazó de muerte y le aseguró que prendería fuego la casa y “rompería todo“. Tras esta situación, la mujer se fue del lugar.

El domingo a la noche Titos fue hasta un kiosco que queda a unos metros de su casa y, al hablar con el comerciante le pidió cigarrillos y le contó al pasar que prendería fuego la casa y después se “incendiaría”.

Horas después, cerca de las 2 de la madrugada, el Titos salió al patio de su casa por última. Encendió uno de los cigarrillos que había comprado, lo fumó sin prisa y entró nuevamente a la vivienda. Apagó las luces e intentó cumplir con la amenaza que le había hecho a su pareja y comenzó a prender fuego la vivienda. Un vecino, alertado por el humo que salía de la casa, avisó a un familiar, quien inmediatamente fue hasta el lugar, rompió la puerta de ingreso y se encontró con el cuerpo de Titos en el suelo, desmayado, con sangre en la cabeza.

El hombre sacó como pudo a Titos de la casa y pidió asistencia médica. Titos fue trasladado de urgencia a una sala de primeros auxilios, pero por la gravedad de su estado fue llevado al Hospital Interzonal de Agudos, donde ingresó cerca de las 3.30 de la madrugada y falleció a los pocos minutos.