El hombre de 80 años acusado de haber violado a su nieta de 13 durante al menos tres años se negó a declarar ante la fiscal Andrea Gómez y continuará detenida en la Unidad Penal 44 de Batán.

El anciano que había sido detenido en un merendero infantil del barrio Libertad, se presentó esta mañana en Tribunales ante la fiscal Gómez, aún son los signos de la golpiza que recibió cuando familiares y allegados de la víctima se enteraron de los abusos.

El hombre prefirió guardar silencio y no dio ninguna versión de los hechos a la fiscal, quien mantuvo la imputación de “abuso sexual agravado” y, con el aval de la Justicia de Garantías, ordenó que siguiera detenido en la Unidad Penal 44 de Batán.

Si bien el imputado, al tener más de 70 años podría recibir el beneficio del arresto domiciliario, la medida no es inmediata y tiene que ser pedida por su defensa y aceptada por la Justicia de Garantías, lo que podría suceder en los próximos días.

El hombre está acusado de haber abusado sexualmente de su nieta durante al menos tres años y quedó al descubierto luego de que se viralizara un video en el grupo de mensajes familiares.

El hecho trascendió el pasado martes, cuando una tía de la menor le revisó el teléfono y descubrió un video. En esa grabación, de tono absolutamente sexual, se distinguía al abuelo de la niña. De inmediato la mujer envió el video al grupo familiar de mensajes, que reaccionaron e intentaron linchar al anciano. Tal fue la golpiza que recibió el hombre, que un vecino llamó al 911 para denunciar que había un hombre “medio muerto” en el suelo de la calle República de Cuba, por lo que la policía fue hasta el lugar y llevó a la víctima de la golpiza al Hospital Interzonal.

Luego, otras personas le explicarían a la policía que el anciano había sido golpeado por “haber violado a la nieta”.

Ante esta situación confusa, la fiscal Andrea Gómez comenzó a investigar el caso, entrevistó a familiares de la nena y accedió a los videos que estaban en su celular.

Paralelamente, el anciano, que había sido golpeado, pero no estaba formalmente acusado de nada, recibió el alta y se fue del Hospital Interzonal y se refugió en un merendero infantil del barrio Libertad, donde finalmente fue detenido.

Las pruebas que ya se incorporaron a la causa permiten calcular que los abusos datan del año 2017 y se extendieron hasta septiembre de 2019, y que ocurrían tanto en la casa del imputado como en un automóvil.

La niña sufrió una alteración en la comprensión de la naturaleza de los actos sexuales por lo que la fiscal Gómez agregó al delito de abuso sexual agravado el de corrupción. De hecho algunos de los videos mostrarían esa circunstancia.