La posibilidad de que en los balnearios del norte de la ciudad se permitan módulos gastronómicos y boliches mantiene frenada en el Concejo Deliberante la aprobación de playas públicas equipadas en seis unidades turísticas fiscales que van desde el Museo MAR hasta el limite con el emisario submarino.

En el marco de la reunión conjunta de las comisiones de Hacienda y Legislación, este lunes no se alcanzó el consenso y los pliegos seguirán debatiéndose en comisión.

Hasta ahora, había acuerdo para potenciar la actividad diurna en este sector de la costa. Sin embargo, la semana pasada quedó en evidencia un fuerte contrapunto vinculado a la nocturnidad.

La necesidad de seguir discutiendo el tema “en mayor profundidad” fue una moción de la concejala Virginia Sívori, del Frente de Todos, quien volvió a cuestionar la falta de transparencia del Ejecutivo en torno a este conjunto de expedientes.

“Vimos bien que el Ejecutivo mande estos pliegos para poder llamar a licitación y convertir estas playas en unidades turísticas fiscales para que luego sean playas públicas equipadas”, dijo pero enseguida marcó dudas en torno a la intención de habilitar la nocturnidad.

“Si el Ejecutivo pretendía darle ese fin, nosotros también podíamos trabajar en conjunto. Querer entre el Mundial y las Fiestas cambiar el destino y algún negocio que no estaba pensado para la zona norte de la ciudad, es algo que nos alarmó“, sostuvo.

El Frente de Todos no se pronunció a favor ni en contra, pero planteó que “la manera de trabajar estos temas es otra, con la seriedad que merece cambiarle el destino a una zona entera de la ciudad”.

“Pretendemos que esto se trabaje con mayor profundidad, sabiendo que esto no genera conflicto porque no se iba a llamar a licitación en el corto plazo. Lo que sí creemos como bloque es que estos pliegos pueden ser mejorados pero siempre hablando con sinceridad. Hacer las cosas así no corresponde”, sostuvo.

El interbloque oficialista, en tanto, mostró una postura divida. Fernando Muro se mostró de acuerdo con permitir que haya emprendimientos gastronómicos en las playas del norte. “Estamos cansados de las restricciones, de ser la ciudad del no, de establecer trabas que implican una menor actividad comercial y menos trabajo en la ciudad. ¿Por qué queremos restringir algo que puede ser muy positivo desde el punto de vista del trabajo y de la actividad comercial? No queremos más ser la ciudad del no. No queremos frenar este proceso de crecimiento del empleo y el desarrollo en la ciudad”, dijo.

En tanto, la concejala radical Marianela Romero, propuso el archivo de los expedientes y que estos volviesen a trabajarse con los nuevos pliegos el próximo año, iniciativa que finalmente no prosperó. “Hay un consenso de hacer modificaciones sobre estos pliegos, de especificar algunas cuestiones que no están claras”, aclaró.

Su compañero de bloque, Daniel Núñez, consideró que la intención del Ejecutivo es “atraer inversiones y generar empleo”. Advirtió que “eliminar barreras no implica que lo que se esté consumando sea un negocio de la nocturnidad”, sino que “el espíritu de estos proyectos es dotar de servicio a playas que hoy no tienen ni un baño”.

Liliana Gonzalorena, concejala de la Coalición Cívica, se mostró de acuerdo con avalar la propuesta del Ejecutivo. Consideró al respecto que “los marplatenses merecen una puesta en valor de esa zona” y pidió seguir debatiendo el tema en comisión “hasta lograr la aprobación”.

Por su parte, Acción Marplatense respaldó la postura del oficialismo de “no ser la ciudad del no”, pero al mismo tiempo el presidente del bloque, Horacio Taccone, advirtió: “Tampoco quiero ser parte de la ciudad del vale todo. Con ese criterio hacemos cualquier cosa con tal de generar más trabajo. Es bueno que quede en comisión. En estas UTF estaría muy bueno que se pueda cenar, pero para eso tenemos que modificar el módulo, seguir debatiendo”.