Pese al frente frío que se vive en Mar del Plata esta semana, las cerca de veinte organizaciones sociales que acampan en las inmediaciones del Municipio mantienen la medida de fuerza y atraviesas, sin respuestas por ahora, el cuarto día de protesta.

Ante el apoyo del obispo de la ciudad, Gabriel Mestre, y el compromiso de éste a interceder en el conflicto, dirigentes sociales renuevan la esperanza de llegar a un acuerdo con los gobiernos municipal, nacional y provincial.

Desde el lunes por la tarde unas veinte organizaciones sociales se apostaron con carpas en los alrededores de la Municipalidad bloqueando el tránsito en tres de las arterias más transitadas de la zona. Concretamente están ubicados sobre la avenida Luro, desde La Rioja hasta Mitre; y en las calles La Rioja e Yrigoyen, ambas desde Luro a San Martín.

La protesta se desarrolla en el marco de un fuerte frente frío con temperaturas máximas de no más de 13°, lo que dificulta la permanencia en la vía pública de decenas de personas.

Este martes, la posibilidad de que el municipio y la Provincia lograran designar trabajos para las cooperativas de los barrios despertó la esperanza entre las organizaciones, pero la falta de respuestas concretas con el correr de las horas no hizo más que profundizar la protesta y las preocupaciones.

A su vez, y en línea con lo anunciado por los dirigentes el lunes, quienes aseguraron que pretendían demostrar en las calles la “contención social” que las organizaciones hacen en los barrios, este miércoles por la tarde se desarrolló un show de circo en las inmediaciones de la Municipalidad.

De la mano de “Payaso Don Mínimo de la Zerna”, y convocado por el Frente Barrial de la CTA, las risas, el color y la música intentaron cambiar un poco el clima que se vive por estas horas en la masiva protesta.

Los reclamos que llevaron a más de veinte organizaciones sociales a las calles están vinculados a la generación de empleo para las cooperativas del barrio.

Entre los puntos que figuran en el petitorio anunciado este lunes se encontraba la generación de trabajo genuino, los planes de vivienda y urbanización que resuelvan la problemática habitacional y que al mismo tiempo generen trabajo para las cooperativas, el desbloqueo y aumento de cupos de los programas sociales, que el gobierno nacional decidió eliminar y que significa para muchas familias el único ingreso para darles de comer a sus hijos y el aumento de la mercadería recibida a través de Desarrollo Social para distribuir en los barrios.